Cuando se cumplen seis años de la adquisición por parte de la Xunta de nueve casas del casco histórico de Betanzos -a las que hay que sumar una décima cedida- , la Consellería de Vivenda marca un nuevo plazo para la licitación de las obras de rehabilitación de las tres primeras: será en el primer trimestre de este año. La nueva fecha llega después de que en vísperas de las elecciones autonómicas, el Gobierno gallego anunciase la inminente contratación de los trabajos, que fijaba entonces en el último trimestre del pasado año.

La conselleira de Vivenda, Ethel Vázquez, se reunió ayer con el alcalde de Betanzos, Ramón García, para comunicarle que sacará a contratación las obras de rehabilitación de los edificios de la rúa Clérigos 13 y Rúa da Cerca 13 y 9, esta última es la segunda casa gótica de Betanzos, cedida por la familia de Romay Beccaría tras abrir un expediente el Concello por su mal estado.

El Gobierno gallego avanza que prevé invertir un total de 1,3 millones en la restauración de los tres edificios del casco histórico de Betanzos. En el Clérigos 13 se obtendrá una vivienda pública y un local comercial; en el de Rúa da Cerca 9 se habilitarán dos viviendas de promoción pública y en un local; y en el número 13, tres viviendas y un bajo comercial.

La conselleira aprovechó el encuentro con el alcalde para informar al alcalde de "la oportunidad que supondrá para la villa la ley de cascos históricos que elabora el Gobierno gallego", pero su departamento sigue sin fijar plazos para rehabilitar sus otras siete casas de su propiedad en el casco.

Baile de fechas

Desde su compra en 2011, la Xunta ha marcado varios plazos para la rehabilitación de las viviendas. En una visita a la zona en noviembre de 2015, Ethel Vázquez, manifestó su esperanza de que las tres viviendas fuesen entregadas a la Xunta en 2017. La responsable autonómica evitó ya entonces fijar plazos para la restauración de las viviendas restantes y apeló a la "situación prácticamente de quiebra" en que se encontraba Xestur y el Instituto Galego de Vivenda e Solo en 2009. La Xunta restó importancia al retraso en acometer la rehabilitación y destacó el "esfuerzo" realizado en adquirir las viviendas, que costaron en total más de medio millón de euros.