El Concello de Paderne ha dado luz verde definitiva al presupuesto de 2017. Este pequeño pueblo rural de 2.445 habitantes manejará este ejercicio 1.342.632 euros y prevé dedicará a obras solo 92.700 euros, el 6,9% del total. El pago de nóminas y el gasto corriente absorben la práctica totalidad de los gastos, 1,2 millones. Solo el pago de los salarios 394.740 euros (prácticamente la tercera parte de las cuentas, aunque se reduce con respecto al pasado ejercicio). El gasto en mantenimiento de bienes y servicios se dispara hasta los 845.887 euros frente a los 708.887 del 2016.

El Gobierno local recorta ligeramente las inversiones con respecto a 2016, pese a incrementar los ingresos totales, que pasan de 1,33 a 1,44 millones. El capítulo reservado a obras pasa de los 107.635 consignados inicialmente el pasado año a los 92.700 euros que reserva en el presente ejercicio.

El presupuesto de Paderne presenta también la singularidad de un desfase entre ingresos y gastos que ha suscitado las críticas de la oposición. El Ejecutivo prevé unos ingresos de 1.447.920 euros y unos gastos de 1.342.630 euros. El BNG se mostró especialmente crítico con ese desequilibrio presupuestario, con más ingresos que gastos.