Tras la eliminación de paradas en 2014 y el recorte de frecuencias y cambio de horarios en 2016, Renfe se lo puso difícil a sí misma para que aumentase el número de usuarios en la comarca coruñesa. Las estadísticas de afluencia de viajeros desde 2011 hasta 2016 (a fecha de noviembre), muestran una evolución negativa en todas las estaciones y apeaderos, algunas con reducciones sangrantes. Solo dos se salvan: Betanzos-Infesta, que registró un incremento del 64% en estos últimos cinco años; y la de San Cristóbal en A Coruña con una subida en este último lustro del 16,8%. Así lo ha confirmado el Gobierno central tras una pregunta en el Congreso de los Diputados el pasado diciembre, formulada por el PSdeG-PSOE.

Los datos aportados por el Ejecutivo estatal indican que A Coruña pasó de los 1,5 millones de pasajeros en 2011 a los 1,7 del año pasado mientras que Betanzos-Infesta subió de los 8.100 a los 13.300. En la afluencia en la estación brigantina influye que se puede conectar con Madrid (Alvia) y con Barcelona (trenhotel). Aunque los 13.300 de Betanzos puedan parecer muchos, el año anterior, el 2015, esta estación llegó a sumar 37.700 usuarios, casi el triple. Es decir, en un solo año, entre 2015 y 2017, perdió un 64%.

A Coruña y Betanzos-Infesta son las estaciones que tienen más viajeros en la comarca junto con la de Cerceda-Meirama que el año pasado contabilizó 14.900. Sin embargo, esta última ha perdido usuarios de forma espectacular, se ha quedado a la mitad de los que tenía en 2011 cuando llegó a los 26.700. Cerceda-Meirama llegó a contar con 26.700 personas subiendo o bajando al tren en su estación en 2011.

La estación de Uxes en Arteixo, es la que se ha mantenido más estable en este último lustro, donde nunca ha bajado de los 2.000 usuarios. (2.100 en el año o 2011 y 2.200 el año pasado).

Paderne pasó de 300 viajeros a cero en 2014 (y hasta hoy) debido al plan de clausura de estaciones y apeaderos en España que puso en marcha Renfe, que en 2013 anunció 47 cierres en total en España.

El 1 de febrero de 2016 entró en vigor una reordenación de frecuencias en la línea ferroviaria entre Ferrol y A Coruña, con unos horarios y paradas que hicieron prácticamente inviable los desplazamientos por trabajo y que motivó que los usuarios afectados recogiesen firmas para reclamar "horarios lógicos". Por ejemplo, se pasó de salir de Ferrol a las 07.15 a hacerlo a las 05.55 y el de las 09.10 pasó a las 13.25, horarios inviables para evitar el uso de vehículo privado.

El Concello de Betanzos también anunció que comunicaría su malestar por estos cambios a Renfe. También A Coruña y el Consorcio As Mariñas reclamaron entonces mejoras al Ministerio de Fomento para implantar el tan reclamado tren de cercanías.