Tercer asalto por la senda fluvial de Os Caneiros. El Gobierno local pone dos opciones sobre la mesa para ejecutar el paseo, conservar la ayuda provincial de más de medio millón de euros y eliminar el impacto ambiental que llevó a todos los grupos de la Corporación, salvo el PSOE, a adherirse a la moción de los grupos ecologistas.

El Ejecutivo asegura compartir los argumentos de la plataforma contra el trazado del paseo fluvial, aunque no todas sus propuestas, y atribuye su último intento en contratar la obra a su temor de perder la subvención provincial, que vence el 1 de noviembre tras agotar el Concello todas las prórrogas.

La Diputación confirmó ayer a este medio que el plazo del vigente convenio es improrrogable, pero que si el Concello quiere conservar la ayuda tiene la opción de presentar un nuevo proyecto, que podría destinarse a la senda o a otra actuación y que deberá ser refrendado por técnicos y respectivos plenos. Y todo apunta que será esta la opción a la que se aferrará el Gobierno local para dar una tercera oportunidad a esta senda fluvial que se gestó hace casi una década y que se paralizó en dos ocasiones, primero por la dificultad para obtener los terrenos y ahora por las quejas de colectivos ecologistas, oposición y el municipio vecino de Coirós, por donde transitaría parte del paseo.

El Gobierno local admite que hay aspectos del proyecto "manifiestamente mejorables" pese a que disponía de las autorizaciones preceptivas y argumenta que la senda "no es una necesidad vital para Betanzos", por lo que puede replantearse. "Hay dos posibilidades: utilizar parte del proyecto y alcanzar la solución técnica que no cause el más mínimo impacto ambiental o buscar una alternativa totalmente distinta que sirva para poner en valor el entorno del paseo próximo al cauce del Mandeo sin afectar a las zonas más sensibles", planteó en el último pleno el edil Antonio Vázquez Lorenzo.

El Ejecutivo dejó clara su preferencia por la segunda opción, que considera la más viable. "Buscaremos una alternativa que no genere el más mínimo impacto y que ponga en valor el cauce del río. Será una variante totalmente distinta", ofreció a los grupos durante el pleno el Gobierno local.

La posibilidad de rehacer el proyecto y plantear una alternativa más ecológica y de menor coste fue propuesta por todos los grupos de la Corporación, en la línea de lo solicitado por los colectivos ecologistas. El BNG puso sobre la mesa la posibilidad de dedicar la cantidad sobrante de la ayuda a otros proyectos, como la rehabilitación del Pasatiempo.

El consenso sobre la posibilidad de rehacer el proyecto no impidió que durante la sesión los partidos se lanzasen más que un reproche. El BNG recordó nuevamente que su grupo fue el único que votó en contra del proyecto; Betanzos Novo aprovechó para criticar la política de ordenación urbanística de los sucesivos gobiernos locales y el PP no dudó en lanzar una pulla al BNG por no ahondar en los motivos que llevaron al Ejecutivo a paralizar la contratación tras el recurso de los nacionalistas.

El alcalde, Ramón García, también aprovechó la sesión para matizar algunos puntos. El regidor, que evitó ahondar la polémica durante las últimas semanas, incidió el martes en que el proyecto disponía de todas las autorizaciones preceptivas, incluida la del Concello de Coirós en 2010. Destacó el hecho de que 2011 se aprobó por unanimidad iniciar los trámites para la expropiación del terrenos y dejó claro que había opción para modificar la actuación durante la ejecución de las obras. El mandatario socialista quiso dejar claro también que la escollera disponía del dictamen favorable de la Xunta, aunque aseguró respetar la "decisión técnica" de Coirós.