El juzgado de instrucción número 2 de Betanzos ha citado a declarar a directivos y empleados de la maderera de Infesta acusada por Fiscalía de un delito contra el medio ambiente. El Ministerio público ha solicitado que la causa se declare compleja para ampliar el tiempo de instrucción. Según la información facilitada hasta ahora, el fiscal acusa a Tafiber - ahora Betanzos HB tras su compra por el grupo Sonae- de eliminar residuos tóxicos sin control administrativo "a lo largo de los años". La Fiscalía dirige su acusación contra ambas empresas y contra dos directivos que ocuparon cargos en las dos firmas.

No es la única causa que instruye el juzgado de Betanzos contra esta empresa de Infesta. Según las actas de citación a las que ha tenido acceso este diario, paralelamente al proceso por un delito contra el medio ambiente, el Juzgado de Instrucción número 4 ha abierto también diligencias por un supuesto delito contra la seguridad en el trabajo. Como acusación, nuevamente el Ministerio fiscal y la CIG.

Esta empresa, que encadena conflictos laborales desde hace meses, ha guardado hasta ahora silencio sobre los delitos que se le imputan. A raíz de la acusación de Fiscalía, este diario intentó sin éxito conocer su versión de los hechos y no han trascendido de momento su estrategia de defensa.

Lo que sí ha trascendido es parte de las declaraciones de uno de los extrabajadores, citado como testigo y que había sido despedido por "bajo rendimiento". Este exempleado, uno de los que denunció irregularidades, declaró que existía una balsa de tierra que fue eliminada en 2014 en la que se depositaban aguas residuales y que recibían órdenes de verterlas directamente al río coincidiendo con mareas altas. Afirmó también que los residuos se quemaban en unas calderas en la que se mezclaban productos químicos con cortezas y que generaban gases y vapores nocivos y que cuando la Xunta iba a realizar una medición, la empresa advertía para que no se echasen productos químicos.