El instituto Francisco Aguiar puede presumir de cantera. Raro es el año en que este centro educativo de Betanzos no se cuelga una medalla al mérito académico por la trayectoria de sus alumnos. Y este año ha marcado un triple. Tres jóvenes que cursaron Bachillerato en sus aulas han logrado el premio extraordinario de fin de carrera. Son Manuel Fraga Seoane, que ha logrado el reconocimiento por su expediente en Arquitectura Naval; David Vázquez Rodríguez, en Ingeniería en Tecnologías Industriales y Raquel Veiga Seijo, en Podología.

El premio parece funcionar como todo un amuleto contra el desaliento. Los galardonados afrontan su futuro laboral con optimismo, sin dejarse llevar por la desazón que destilan las estadísticas de empleo. "Estoy convencido de que con esfuerzo acabas consiguiendo trabajo en lo tuyo. Lo que tengo claro es que no voy a estresarme, ahora estoy centrado en completar mi formación ", sostiene Manuel. Este joven estudia ahora un máster en ingeniería superior y relata que le gustaría dedicarse al sector de las embarcaciones de recreo. Será el primero de su familia en dedicarse al naval y afirma que decantó por esta opción porque siempre se ha sentido atraído por los deportes náuticos y porque cree que es una opción con futuro laboral en Galicia.

Comparte centro de estudios superiores con David Vázquez. Ambos estudian en la Escuela Politécnica Superior de Ferrol, son amigos desde niños y han logrado sobresalir en sus respectivas carreras. David ha obtenido el premio extraordinario en Ingeniería y Tecnologías Industriales. Relata que se decantó por esta rama porque le atrae "el mundo de las energías" y porque ofrece buenas salidas laborales. Ahora trabaja con una beca de mantenimiento en la central térmica de As Pontes y compagina su trabajo con el estudio de un máster en Ingeniería Industrial y un postgrado. Se muestra satisfecho y optimista con sus primeros pasos en el mundo laboral como becario en la central de Endesa. "Me tratan genial y me han encomendado un trabajo muy interesante", celebra. Entre las clases y el trabajo, logra reservar tiempo para familia y amigos. "Para mí los fines de semana son sagrados", cuenta risueño este joven betanceiro que no descarta ampliar su formación en el extranjero.

Raquel Veiga tiene también la agenda llena de obligaciones. Premio extraordinario de Podología, esta bergondesa compagina los estudios de un máster en asistencia e investigación sanitaria con una beca de colaboración en la unidad de investigación del Chuac. Al igual que sus compañeros de promoción del IES Francisco Aguiar, afronta con optimismo su ingreso en el mundo laboral y espera poder compaginar la labor clínica con la investigación, aunque lamenta que Podología no esté incluida en la Seguridad Social. Es "algo más que quitar callos", bromea esta joven, que agradece especialmente el apoyo de su familia. "No podría haber conseguido esto sin ellos", destaca.

Los tres premios extraordinarios inciden en el papel que ha jugado el Francisco Aguiar en su formación y agradecían el apoyo del profesorado, que ayer no perdió la ocasión de felicitar a sus exalumnos y expresar su "orgullo" por las distinciones.