El Pasatiempo lleva años inmerso en un bucle de desamparo y promesas. Este singular parque enciclopédico agoniza a la espera de plazos reales de rehabilitación. Su "puesta en valor" es ya un clásico de las campañas electorales. Todos los partidos de Betanzos han llevado en sus programas la recuperación de singular parque enciclopédico, el rescate de este "patrimonio único", del "emblema" de la Ciudad de los Caballeros.

El derrumbe de uno de los murales del Pasatiempo ha disparado ahora todas las alertas, pero los vecinos sospechan que no cambiará la triste deriva de este capricho indiano. Y es que Betanzos acumula una larga lista de pérdidas. Una de las más dolorosas, la que se produjo hace ocho años, cuando la Casa Gótica, la más antigua de la ciudad, fue demolida tras sufrir un lento y agónico declive. Los betanceiros salieron a la calle para exigir su reconstrucción, que sigue sin fecha. El propietario fue absuelto de un delito contra el patrimonio porque la vivienda, tan reivindicada por todos los gobiernos, carecía paradójicamente de protección singular. El Pasatiempo espera aún por su declaración de Bien de Interés Cultural.