Entre la Refinería y la autovía de Langosteira hay una pequeña franja de terreno en la que se sitúa el pequeño núcleo de Borroa, donde solo viven 25 vecinos en la actualidad. Se trata de un lugar en el que conviven el rural y la industria en muy pocos metros, lo que genera algunos conflictos. Los residentes denuncian que casi todos los días sufren el ruido que genera la Refinería, de los malos accesos que hay para acceder a Borroa o que no tienen aceras para ir a Meicende.

El vecino que lleva más años en el lugar es Basilio Vázquez, más conocido como Chilo. Nació en este núcleo rural y sigue allí 78 años después. "No me quiero ir. Sigo encantado en Borroa porque tengo las raíces aquí", asegura. También señala que "Borroa se renueva poco". No hay gente joven que quiera vivir allí.

Este núcleo rural que pertenece al Concello de Arteixo tenía 50 habitantes en el año 2000 y solo 16 años después tiene 25, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Esto supone que ha perdido el 50% de su población en 16 años. En el lugar se pueden ver varias casas abandonadas. Una de las anécdotas que recuerdan los residentes es que en Meicende hay una calle en la que todo el mundo es de Borroa: la Avenida do Palleiro.

El ruido que genera la Refinería es el principal problema que sufren. Así lo explica Francisco Manuel Vázquez, que tiene una casa que queda casi delante de la planta de Air Liquide y que vive en ella desde hace 27 años. "Unos días tenemos más y otros menos", asegura. Otro residente afirma que cuando se produce un escape de alguna de las tuberías "no se puede hablar". Este no es el único problema que tiene los residentes de Borroa. Si quieren ir a pie hasta Meicende deben ir por la avenida del Butano, por donde no hay aceras. Y deben caminar por una zona con mucho tráfico de camiones. "Creemos que somos merecedores de una acera de un metro", se lamenta un vecino. La construcción de la Refinería dejó casi aislada a Borroa. Ahora solo pueden salir del núcleo por la avenida del Butano, por Sobrado y por un camino de hormigón que sale de Nostián en dirección al vertedero de Conteco. Uno de los residentes de Borroa reclama a la Refinería que habilite una carretera por fuera del perímetro para que llegue a Sobrado.

Los vecinos todavía recuerdan cómo era el lugar antes de la construcción de la Refinería. "Era un valle espectacular para cultivar de todo", recuerda la edil de Cultura, Ana Bello, que nació en Borroa. Los abuelos del alcalde, Carlos Calvelo, también vivieron en este núcleo rural. El regidor asegura que construirá aceras en la avenida del Butano y que creará una pista de chave.

Este núcleo se divide en dos zonas: Borroa de Arriba y Borroa de Abaixo. Cada zona tiene su propio lavadero. Apenas están separados por unos metros. Chilo asegura que el Concello ha abandonado más Borroa de Arriba, donde apenas ha ejecutado actuaciones. En esa zona tienen el problema de que la carretera se estrecha de tal manera que el camión de la basura no puede pasar. Debe dar la vuelta.

En Borroa de Arriba el Ministerio de Fomento construyó hace un lustro un gran muro de escollera para la autovía. En este caso Chilo afirma que no ha dado ningún problema a los vecinos de Borroa.