Unas cañitas rellenas de foie con virutas de chocolate blanco y helado de cebolla caramelizada; un bacalao al vapor con un fondo de guiso de habas y tendones; y una crema de aguacate, tarta de zanahoria, brownie y helado de Minute Maid con mango y maracuyá. Con este menú un joven de Mera de solo 19 años, Borja Villares Parada, conquistó el XVII Concurso Nacional de Jóvenes Cocineros Ciudad de Segovia, el primer certamen de cocina que hubo en España antes de se pusiese tan de moda. Villares no solo fue el vencedor del certamen, dotado con 400 euros, sino que también ganó en el apartado de postres.

"El premio es una oportunidad, una apertura de puertas, te ayuda a ir con confianza en el futuro. Lo fundamental es hacer lo que sabes, y tuve la suerte de ganar. La cocina es lo que me gusta, a lo que quiero dedicarme", explicó este oleirense que estudia el ciclo superior de Dirección de Cocina en el instituto Fragas do Eume de Pontedeume, tras finalizar en 2015 sus estudios de ESO y Bachillerato en el instituto María Casares de Oleiros. El jurado tuvo en cuenta la limpieza y destreza de cada cocinero, además de puntuar los platos y su presentación.

Más de setenta aspirantes de toda España se presentaron a este concurso enviando su propuesta de recetas. El jurado eligió catorce para que las prepararan en la final celebrada en Segovia. Tuvieron hora y media de tiempo para elaborar todos los platos en las instalaciones de un centro de formación en Segovia. Tenían que preparar platos con productos obligatorios de unos patrocinadores: el primer plato debía de llevar hígado fresco de pato, el segundo un bacalao y el postre debía incluir un producto de una marca de refrescos. También era obligatorio el aceite de oliva virgen extra.

"En Pontedeume estoy estudiando el segundo y último año. En abril empiezo las prácticas de empresa, que he pedido para un hotel en A Coruña, y que espero que me den. Y ya me planteo empezar a trabajar y aprender poco a poco, bien en España o fuera, no lo descarto. Este verano ya estuve trabajando en un hotel en Inglaterra, para así también mejorar mi inglés", explicó Borja Villares, una promesa de la gastronomía que apuesta por la cocina tradicional pero "elaborada de forma diferente".