Betanzos tan solo conserva una pequeña superficie del parque enciclopédico en el que los García Naveira plasmaron lo visto y soñado en sus viajes. Al hilo del debate sobre la urgente rehabilitación de este singular jardín modernista, las redes sociales se han inundado de instantáneas que recuerdan el pasado del Pasatiempo. Un repaso del antes y después del sueño indiano de los Naveira deja al descubierto las profundas cicatrices de este parque temático que ocupó en sus buenos tiempos un lugar de honor en las guías europeas de viajes.

El Anuario Brigantino publicó recientemente un artículo de Juan Antonio Rodríguez Arnao que muestra las heridas que ha abierto el paso del tiempo en este bien patrimonial con la ayuda del archivo fotográfico Loty, el estudio que durante los años veinte y treinta viajó por todo el país para inmortalizar en sal de plata los rincones más singulares. Entre otras curiosidades, el artículo desvela la existencia de simbología masónica ya desaparecida, como una pirámide, una estrella de cinco puntas y un compás que adornaban la entrada del templete. Las instantáneas también permiten ver las modificaciones que se realizaron en algunos de los relieves, como el del buzo, que pasó de abrir un tesoro con ayuda de una palanca a bregar las aguas con un martillo. El archivo de Loty muestra también las esculturas inspiradas en la fuente de Louvois antes de su destrucción parcial y presenta en esplendor la fuente de los oficios antes de perder sus alegorías. Todo un festín para nostálgicos.