Tere enseñó a comer a todo un pueblo. Al ritmo de plato diario durante 37 años. Media vida entre los fogones del colegio rural de Présaras que culminaron este mes con una emotiva fiesta. Su jubilación movilizó a profesores, alumnos, padres, familiares y vecinos. Toda la aldea se confabuló para darle una sorpresa por todo lo alto. No faltó de nada. Comida para un batallón, karaoke, photocall, regalos... Hasta la proyección de un emotivo vídeo con ella como protagonista.

El adiós a esta cocinera congregó también a exprofesores y antiguos alumnos que no quisieron perderse la despedida de una trabajadora incansable que inculcó el ABC de la gastronomía a a tres generaciones de Vilasantar. Y es que en este pueblo de 1.275 habitantes pueden contarse con los dedos de una mano las casas que no conocen los platos de Tere.

En tiempos en que los catering ganan terreno en los colegios, no es de extrañar que los pequeños, y también los adultos, derramasen más de una lágrima el día que Tere colgó su mandil. Durante casi cuarenta años su cocina ha permanecido siempre abierta. Allí desplegó su particular cátedra. Enseñó a pequeños y mayores a valorar los alimentos de la huerta, el pescado fresco, la carne al punto y los trucos para preparar un buen caldo, una sopa de cocido o unas natillas "para chuparse los dedos". En esta escuela cocinó también sus lecciones de economía doméstica, desde cómo comparar precios a la forma de preparar la tierra para que dé buenos tomates y repollos.

Su vida entre los fogones de Vilasantar resume el devenir de esta escuela, víctima del éxodo rural. A su llegada en 1980, Tere llegó a servir la mesa a unos 250 chavales. Hoy solo son 31. Un desplome que mantiene en vilo todos los años a esta pequeña escuela, el corazón de un pueblo envejecido que se encoge a final de cada curso ante el temor del cierre.

El trabajo de Tere, el mimo que puso en cada plato, ese toque secreto que solo da el cariño, explica el orgullo con el que Vilasantar presume de un colegio que emula en el rural gallego la tan envidiada educación nórdica. Esa enseñanza individualiza y en familia fruto de la cohesión de toda la comunidad educativa y que hizo que Teresa desarrollase ese sexto sentido que hacía que se le disparasen las alertas si Pedro dejaba las natillas o que avisase rauda a los profes de que algo raro le pasaba a Sara, que no quería comerse las patatas. También en el afecto que le impulsaba a maniobrar a escondidas de los profes para "ayudar con la comida" a los pequeños cuando se les hacía bola. "Es que me daba mucha pena cuando veo que no pueden más", confiesa con una sonrisa pícara.

Alumnos, profesores y padres recuerdan con cariño cómo colaba de vez en cuando algún bote de Nocilla "de su peto", esas tazas de chocolate caliente con las que les daba la bienvenida de vuelta de una excursión, cómo se enfadaba cuando los alumnos no estaban a la hora y se enfriaba la comida o ese afán que tenía por llegar antes que los niños al cole para que la calefacción estuviese encendida.

Su dedicación dejó huella. Los alumnos resumieron en cuartillas sus frases más célebres. " Voulles preparar uns vasos de chocolate para cando veñan da piscina, hoxe apetece", " tranquilos neniños, en cando non me vexan os Mestres veño a axudarvos coa comida" . Fueron también los pequeños los que decoraron el photocall con el mensaje Tere te queremos mogollón, te despedimos con emoción y los que cubrieron las paredes del comedor con pancartas repletas de cariño.

La homenajeada aún se emociona al recordar cómo la engañaron para que acudiese de tarde al centro con la excusa de que habían saltado la alarma. Relata el miedo que sintió al entrar en la escuela a oscuras y la sorpresa que se llevó al encender la luz y encontrarse con los niños, familias, profesores y antiguos docentes, reunidos en un comedor decorado y con la mesa puesta en su honor. "No tenían que haber hecho nada de eso, yo solo hice mi trabajo", dice, sin ocultar la pena que le da dejar la escuela. Un pesar que ayuda a sobrellevar dos de los regalos de los alumnos: "entrada vitalicia" al centro y un pase a todas las excursiones.