En el número 323 de una de las calles más fotografiadas de Londres, la Portobello Road, se ubica una de las paradas obligadas de todo emigrante o turista morriñento. Pocos deben ser los que, entre los 8.6227 gallegos que el censo de residentes en el extranjero contabiliza en el Reino Unido, no curaron saudades en el Galicia Restaurant.

Una de las que lo hacían con frecuencia era la hija de betanceiros Aisha Frade, fallecida en el atentado del miércoles. "Venía bastante con su familia porque son muy amigos del dueño. Eran muy conocidos aquí", comenta Álvaro Nieto, uno de los empleados que atiende en la barra del local. "La última vez que estuvieron fue el domingo de Carnaval", recuerda. "Vino con sus hijos, su marido y una señora mayor que no sé si era su abuela". La noticia del ataque en WestminsterWestminster lo pilló después del todo el trajín del almuerzo, en la charla con la clientela: "Alguien dijo que había tiros en el Parlamento y estuvimos toda la tarde pendientes de la tele".

No fue hasta por la noche cuando la mala nueva se hizo presente en el restaurante. El receptor del mensaje, Eduardo Lage, resume su enorme apesadumbramiento en palabras de cariño para la fallecida: "Era una chica fantástica que enamoraba a todo el mundo. La conocíamos desde que era pequeña".

El dueño del restaurante gallego, también natural de Betanzos, es muy cercano a la familia de Frade, con la que llegó a compartir edificio cuando recién se mudó a vivir a Londres, hace ya más de 25 años.