Los operarios aún estaban hoy dando los últimos toques (cambios en las señales de tráfico) pero el tráfico en el último tramo que faltaba de la vía ártabra, entre Veigue (Sada) y el puerto de Lorbé (Oleiros), ya estaba en funcionamiento desde primera hora.

Al contrario que con los dos primeros tramos, esta vez no vino ni el presidente de la Xunta ni ningún conselleiro ni hubo inauguración oficial, quizá por la demora en la ejecución de esta parte de la vía y también en su apertura, que estaba prevista para finales del año pasado. La Xunta anunció que entraba hoy en servicio con un simple comunicado este fin de semana. Este último tramo tiene 1,1 kilómetros y ha costado 1,6 millones de euros.