El 28 de febrero de 2012 acudió el presidente de la Xunta, conselleiros y alcaldes de la comarca coruñesa a la inauguración del primer tramo de la vía ártabra, entre Meirás y Veigue. El 7 de septiembre de 2013 acudieron también las mismas autoridades a la apertura del segundo tramo entre Meirás y la Nacional VI. Ayer se inauguró el tercer y último tramo de esta vía y no acudió nadie. Ni hubo corte de cinta. La Consellería de Infraestructuras solo envió un comunicado el pasado fin de semana anunciando la entrada en servicio para ayer lunes. A primera hora aún había operarios de una empresa con los últimos detalles, entre ellos quitar la cinta blanca que tapaba el nombre "porto de Lorbé" en uno de los carteles informativos, en el acceso de Veigue.

Aunque abrió ayer, este tramo de la ártabra hace meses que es utilizado por los conductores, haciendo caso omiso de las señales. De hecho muchas, sobre todo conos y vallas, desaparecían de un día para otro.

La Xunta aseguró el año pasado que en octubre de 2016 estaría abierto porque solo quedaban unos detalles, las señales, unas pantallas anti-ruido y una obra de drenaje, pero al final se ha demorado casi ocho meses. Este retraso se suma al de la propia ejecución de este tramo de solo 1,1 kilómetros, pues hubo un problema técnico que obligó a modificar el proyecto y una vez adjudicado la empresa entró en concurso y tuvo que subrogarse otra.

Han sido 8 años de obras y unos 70 millones de inversión en total en la ártabra (sin contar expropiaciones), que "no valen para nada sino se hace ahora la conexión con la autopista", declaró ayer el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane.