El Concello de Arteixo mantendrá la frecuencia de recogida de la basura orgánica e inorgánica que tiene establecida el Consorcio de As Mariñas cuando asuma el servicio el 1 de enero de 2018. Actualmente el organismo comarcal retira estos residuos seis días a la semana en la zona urbana y dos en el rural. En el caso de los contenedores de papel, cartón y vidrio no seguirá el ejemplo del Consorcio, ya que aumentará la regularidad con la que se vacían los depósitos.

Estos fueron algunos de los aspectos que explicó el Gobierno local en el consejo vecinal que se celebró la pasada semana. En ese encuentro el Ejecutivo municipal indicó que aumentará la frecuencia de retirada del papel, el cartón y el vidrio de sus respectivos contenedores. Actualmente el Consorcio recoge estos residuos, por norma general, cada quince días (dos veces al mes) tanto en zona urbana como rural. Si detecta que el contenedor está lleno los retira antes, según indica el organismo supramunicipal que se encarga en la actualidad del servicio de basuras en Arteixo. El Concello ha decidido que cuando asuma el servicio estos contenedores se vacíen cuatro veces al mes en la zona urbana del municipio y en dos ocasiones en el rural.

Una de las novedades que pondrá en marcha el Concello el próximo año será la instalación de un nuevo contenedor para depositar envases ligeros (plásticos). Actualmente este depósito no existe. En este caso el Gobierno local ha decidido que los operarios los vaciarán una vez a la semana en la parte urbana y en dos ocasiones al mes en la zona rural.

El Gobierno local ya ha avanzado que colocará grupos de cinco contenedores juntos en la mayor parte del municipio. La denominación de este modelo es sistema bilateral EASY. Es por el que optó el municipio catalán de Vila-seca, que es un municipio de 22.000 habitantes de la provincia de Tarragona que ha conseguido con este método que su tasa de reciclaje (cantidad de residuos reutilizados) se triplicase. Pasó de un 17% en 2008 a un 52% en 2016, según explicó la concejal del municipio catalán. En 2009 empezaron a instalar los nuevos contenedores en la calle.