La producción ecológica despega lentamente en la comarca betanceira. Aunque todavía es una opción minoritaria, cada vez son más los agricultores que apuestan por este sector y por distinguir sus productos con su sello de calidad. El Estudio y diagnóstico de los sectores socioeconómicos del territorio de As Mariñas que acaba de publicar la Reserva de la Biosfera destaca el potencial de la agricultura ecológica y su creciente demanda.

Según los datos que aporta el análisis, actualmente son alrededor de una veintena las empresas que se dedican al sector de la agricultura ecológica en el territorio de la reserva, la mayor parte ubicadas en el área brigantina. Oza-Cesuras, con cinco firmas, es el municipio que registra una mayor implantación.

Cuatro de las cinco empresas de Oza-Cesuras adheridas a este tipo de producción diferenciada registradas en el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia se dedican al cultivo de hortalizas. Son, en concreto, La huerta de Antía, Labrecos, Víctor Santamaría y Víctor Manuel Sánchez Vázquez. Una quinta, Doblespacio Gestión, está especializada en viñedos.

Curtis dispone de dos empresas de sello ecológico, Finca Bouzón y Casa de Vilarullo, ambas especializadas en el cultivo de hortalizas. Paderne es la sede de Orballo Innovaciones forestales, especializada en la elaboración y envasado de plantas aromáticas; Aranga acoge a Prasanpenelas, dedicada a la carne; Irixoa es la sede de Granxas de Lousada, de hortalizas y carne; y Bergondo acoge a Agreco Galicia. Los datos que aporta el informe no están actualizados a 2017 y a la relación hay que sumar incorporaciones como Daterra, de Miño, especializada en patatas y cebollas y primera empresa en obtener el sello de calidad de la reserva.

La Reserva de la Biosfera apuesta por el apoyo y promoción de la agricultura ecológica y atribuye su baja implantación a la existencia de unos procedimientos administrativos "que complican el trabajo de los productores" y a la "estricta legislación" a la que está sometida.