La ampliación del colegio Sada y Contornos no ha puesto fin a los problemas de este céntrico colegio sadense. La construcción de nuevas aulas supuso una mejora importante para este centro escolar, que tuvo que renunciar a cambio al patio cubierto. A falta de pabellón, el alumnado tiene problemas para desarrollar varias actividades y también para impartir las clases de Educación Física. "Cuando llueve es imposible llevar a cabo las clases de gimnasia", explicaban ayer fuentes de la comunidad escolar.

La ausencia de un patio cubierto, cuya ejecución está supeditada a a la aprobación del plan general, ha colmado la paciencia del Consello Escolar, que demanda una solución temporal a la falta de espacio para realizar las clases.

La Concejalía de Educación ha planteado trasladar al alumnado al albergue juvenil de la Marina. La edil socialista Raquel Bolaño sostuvo ayer que una vez pactado el uso de un espacio provisional para el desarrollo de las actividades escolares se puso en contacto con la Consellería de Educación para que asumiese el coste del traslado del alumnado.

La socialista lamenta que el jefe territorial, Indalecio Cabana, se haya negado a pagar los desplazamientos. "Es responsabilidad de la Xunta garantizar que una materia curricular, como es la Educación Física, cuente con las herramientas precisas para ser impartidas", incidió ayer la edil, que avanza que seguirá reclamando que la Administración autonómica asuma el traslado de los escolares.

La Xunta discrepa sobre las competencias en este caso. Desde la Consellería de Educación argumentaban ayer que en el momento de ejecutar la ampliación del colegio se acordó con el Ayuntamiento que sería la Administración Local la que se encargaría de buscar una solución a la falta de espacio para impartir la materia de Educación Física. "Es el Concello el que tiene que implementar una solución", recalcaban ayer desde el departamento autonómico a consulta de este medio.

El Gobierno local apela a las dificultades para dar con una solución provisional a la falta de patio cubierto. Relata que, entre otras alternativas, planteó la cobertura temporal del patio, pero que los técnicos rechazaron esta posibilidad porque no garantizaba la seguridad de los escolares. La Concejalía de Educación redactó un proyecto para cubrir el patio exterior existente y reservó una partida en el presupuesto de 2016 para ejecutar la obra, que ha vuelto a incorporar en las cuentas de este ejercicio. El problema es que la obra está supeditada a la aprobación definitiva del plan general, pendiente del dictamen favorable de la Xunta, dado que las normas subsidiarias en vigor no permiten los trabajos.