María Luisa y Eduardo son un matrimonio de campeones al que unió el atletismo. "Nos conocimos corriendo, afortunadamente en la misma dirección", cuenta Eduardo Pinedo, de 65 años y flamante campeón nacional de Milla en Ruta en su categoría de veterano. "Nos conocimos en las pistas de Riazor. Nos veíamos todos los días entrenando, es donde teníamos nuestra pandilla y claro...", añade Luisa, de 66, que en la prueba de la Milla en Ruta de hace unos días en Murcia también se convirtió en campeona de España.

Los dos volvieron a su casa de Os Regos en Oleiros con dos medallas de oro colgadas al cuello. Ella además estableció un nuevo récord nacional en categoría femenina. Unas semanas antes se había proclamado también campeona estatal de 400 metros en pista cubierta.

Cuando se conocieron Luisa tenía 15 y Eduardo 13 y empezaron a salir a los 17. Desde entonces llevan medio siglo corriendo juntos, sus tres hijos también practican atletismo y ya han empezado sus nietos. Todos forman parte del Club Atletismo Sada (CAS), donde Luisa y su hija son además entrenadoras. Han acudido a carreras en las que estaba inscrita toda la familia, padres, hijos y nietos.

"Se iba a crear una asociación en Oleiros de atletismo pero luego no llegó a arrancar y cuando se montó el club de Sada me lo dijeron y me metí. Después ya se creó el Runnig Oleiros, que funciona muy bien, pero yo ya estaba en Sada", dice Luisa. Además de estar en la directiva del CAS es entrenadora de adultos.

"Por eso empecé a competir de nuevo, para predicar con el ejemplo a mis alumnas. Hacía treinta años que no lo hacía, porque a mí lo que me gusta es correr, no me motiva competir , por eso me sorprendió que empezase a ganar", relata.

"A mí lo que he disfrutado muchísimo es la maratón, me encantaba. Estuve a punto de ir a la maratón de Londres (tuvo una lesión) y la de Nueva York es mi asignatura pendiente", apunta Luisa, quien explica que corre cinco o seis veces a la semana, siempre una hora, y cuando tiene campeonato un poco más. Hace años, antes del boom del running, ver a una mujer correr al borde de la carretera era extraño. En Oleiros Luisa era una de ellas. "Un día el alcalde, que me había visto por la calle, me dijo: pareces una gacela", cuenta.

"Ahora hay un boom absoluto con lo de correr. Y yo hace años pensaba que qué pena que la gente no sepa los beneficios de correr, es totalmente cierto lo que dicen que engancha, por la sensación de bienestar que te da. Yo con tres hijos y trabajando, llegaba a casa muchas veces muerta pero me decía, voy a correr veinte minutos. Salía y después me encontraba tan bien que decía sigo hasta media hora, y al final hacía una hora. Y llegaba a casa cargada de pilas", resalta esta mujer de jovencísimo espíritu.

Armesto en el CAS enseña técnicas y estiramientos, cómo evitar lesiones, sobre todo para gente que empieza de cierta edad y nunca ha corrido. "Si no haces esta preparación previa sales como un pollo sin cabeza y a los diez minutos estás muerto".

"Al principio correr cuesta, tardas en disfrutar, por eso recomiendo correr en grupo. Si van tus compañeros también te animas más y luego ya te engancha", relata Luisa, quien llegó a pensar, en su juventud, en dedicarse profesionalmente al atletismo.

"Un entrenador que tuve me animó y la verdad es que un día me sorprendí mucho cuando hice cuentas y vi que había ganado más dinero con las carreras que con mi trabajo. Entonces me lo pensé pero me dije que así correría por obligación, con el estrés de tener que ganar para tener dinero, y dije no", afirma.

Luisa Armesto está encantada con el CAS y con las iniciativas y filosofía que practica. "Aquí hemos fomentado la conciliación, que los padres no viniesen a dejar a sus hijos y luego volviesen a recogerlos sino que se quedasen también a correr, y así empezaron en grupos de iniciación. Es una forma de unir a la familia y que entiendan mejor a sus hijos cuando tienen esa ilusión en la carrera.

También ahora en el club estamos trabajando con la ONCE y hemos conseguido que corredores sin visión puedan correr con los demás con un guía. Así se sienten acompañados. También trabajamos con Aspronaga, queremos que el deporte sea un lugar de inclusión social".

Para María Luisa Armesto el deporte es "una parte importante de la vida", algo que la ha llenado de alegría y bienestar siempre, y lo mismo ocurre con su marido Eduardo Pinedo.

"No sé explicar lo que supone para mí correr, forma parte de mí. Estoy muy satisfecho, muy a gusto. He corrido maratones también pero soy mediofondista. He practicado otros deportes pero el atletismo fue lo que siempre me enganchó. Es algo que notas que favorece tu vida, tu mente, te da satisfacción. Es un deporte en lo que no hay que llegar enseguida, hay que disfrutar", cuenta Eduardo.