Dos meses después de la presentación e inauguración oficial de la nueva residencia de Aspronaga en Oleiros, destinada a personas con grandes necesidades de apoyo y financiada con 1,5 millones por la Fundación Amancio Ortega, sigue sin entrar en funcionamiento.

Desde la Asociación Pro Personas con Discapacidad Intelectual de Galicia (Aspronaga) confirmaron ayer que no hay novedad en las gestiones con la Xunta. La Consellería de Política Social explicó ayer que el centro Lamastelle es de titularidad privada y no de la Xunta por lo que la puesta en marcha de la nueva rseidencia "depende de esta entidad".

Esta residencia con quince habitaciones aún no ha entrado en funcionamiento tras su presentación oficial hace dos meses. Aspronaga quiere que sean los usuarios del centro los que tengan prioridad para ocupar esas habitaciones, al estar construido el complejo en la parcela de la entidad en Lamastelle. Pero si esta residencia quiere recibir subvenciones públicas, la Xunta tiene que incluirla en su bolsa pública, así que adjudicaría las plazas sin prioridad para nadie, en las mismas condiciones de igualdad entre todos los demandantes de este servicio en Galicia.

Política Social indicó ayer que será también Aspronaga el que decida "quién entra y quién no" y si en el futuro cuenta con plazas concertadas "solamente éstas plazas tendrán que someterse a las reglas de acceso a la plaza pública" conforme a la normativa acutal que garantiza la igualdad de condiciones en el acceso. Política Social subrayó también que las plazas concertadas "están sometidas a las reglas de la ley de contratos, es decir, son procedimientos abiertos y de libre concurrencia".

Los responsables de Aspronaga confiaban en que esta residencia que consideran tan necesaria, estuviese abierta después de Semana Santa, pero ya han pasado dos meses desde que se presentó a los medios la instalación.

Esta nueva residencia de Aspronaga en Lamastelle incluye baños para grandes dependientes, cuarto para un cuidador, cocina, lavandería y comedor con sofás y mesas, además de dos salas de cuidados y curas, todo en una única planta, sin barreras y con grandes ventanales.