La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) de la Xunta realizó un informe el pasado mes de marzo en el que constata que un vecino de Espiñeiro en Oleiros realizó una construcción subterránea en el talud de la playa dentro de dominio público marítimo terrestre y parte en el ámbito de servidumbre de tránsito. La inspección de la APLU se realizó con personal de la Demarcación de Costas del Estado en Galicia y del Concello. Esta actuación se efectuó tras una denuncia vecinal porque en las viviendas contiguas "empezaron a temblar las casas" a causa de las obras subterráneas que se realizaban. Vecinos señalan que después de ejecutarse esta obra comenzaron los desprendimientos del talud. El propietario de la casa donde figura esta obra rechazó ayer hacer declaraciones.

A causa de estos desprendimientos que cayeron sobre la playa también se vino abajo parte de la cimentación de la vivienda anexa y el resto, según los propietarios, está "inestable y con peligro de caer también" en cualquier momento. Según señalan, el último desprendimiento tuvo lugar "el pasado 15 de agosto, con la playa llena de gente", y se llamó a un notario para que quedase constancia.

En el informe de la APLU el subinspector urbanístico encontró esa "estancia semienterrada" en lo alto del talud, a la que se accede por una escalera situada en el jardín de la vivienda, una escalera que también da acceso a varias tramos ajardinados en terrazas, y que desemboca en la playa. En dicho informe se indica que se ejecutó una estancia de unos doce metros cuadrados con muros de hormigón y un lateral fue tapado con "mortero de cemento". La cubierta de esta construcción subterránea "está ejecutada con un forjado de viguetas y bovedillas de hormigón" y el material de cubrición es el pavimento de la terraza.

"No se pudo determinar la existencia de otra estancia contigua por el viento oeste", señala el subinspector de la APLU. Según los vecinos, detrás de la pared enfoscada de cemento había un pasillo que daba a otra estancia subterránea más, y que en total lo ejecutado, semienterrado en el talud, y en dominio público, debe tener "unos cuarenta metros cuadrados". La APLU constata también que se realizaron trabajos de afianzamiento del talud de la parcela con muros de hormigón, pilotes y vigas, todo casi invisible al estar cubierto de vegetación.

Vecinos denunciaron la situación, ante el temor a más desprendimientos que afectasen a sus propiedades o a los usuarios de esta hermosa playa, pero al principio sin éxito. Técnicos de Demarcación de Costas, en un informe del 11 de octubre de 2016 señalaron que personados en el lugar observaron "un sótano de unos 3 metros por 4,20 por 2,20 y de forma trapezoidal". Añaden que el propietario les explicó que "cuando compró la casa el sótano estaba hecho", algo que los vecinos desmienten.

Al mes siguiente, con fecha de registro de salida del 9 de noviembre, el jefe de la Demarcación de Costas en Galicia informó de que en relación a la petición vecinal de realizar "una inspección ocular" para ver si se había construido una bodega de unos 42 metros cuadrados en dominio público, "realizada por nuestro servicio de vigilancia la inspección solicitada, manifestarle que no existe la bodega citada en dominio público marítimo terrestre". La APLU en su informe constata que sí existe.