Casi una década después del derribo de la Casa Gótica, el solar se llena periódicamente de enseñas de duelo por la pérdida de la vivienda considerada la más antigua de Betanzos. El edificio sucumbió tras años de progresivo deterioro, de acalorados debates plenarios y pese a las reiteradas peticiones de vecinos y de asociaciones en defensa del patrimonio de velar por su conservación, La demolición de la fachada de este emblemático inmueble se saldó sin condena al entender el juzgado que este añorado edificio carecía de "singular protección" que justificase la aplicación del artículo 321 del Código Penal, dado que la Casa Gótica no tenía la consideración de un Bien de Interés Cultural. El Concello intenta recuperar ahora la fachada a través de periódicas sanciones al propietario. De momento, sin avances. También ha apelado a la posibilidad de reconstruir directamente el edificio vía expropiación.