El Juzgado de Primera Instancia Número 12 de A Coruña ha dado la razón a los vecinos de la urbanización Mesón da Auga en O Carballo (Oleiros) que llevaban diez años de lucha porque cuando entraron en sus viviendas de protección oficial se encontraron con un sin número de deficiencias de construcción, entre humedades, malos acabados, filtraciones e incluso conductos mal colocados.

Once propietarios decidieron acudir a los tribunales y reclamar unos 320.000 euros, coste en el que tasaron los daños de sus hogares y el juez les ha reconocido el 90% de lo solicitado, unos 290.000 euros, y condena que Xestur de A Coruña (hoy Xestur Galicia), organismo dependiente de la Xunta, a abonarles este dinero, ya que fue la que promovió la urbanización de 110 viviendas protegidas.

Xestur, además de abonar estos 290.000 euros entre estos once afectados también debe pagar los intereses legales desde abril de 2014 (fecha de un acto de conciliación entre las partes). Las cantidades que percibirán los propietarios demandantes van desde los 17.000 a los 36.000 euros. Los que perciben menos dinero es porque estuvieron incluidos en una primera fase de arreglos que Xestur afrontó en 2013 (21 viviendas), tras reconocer las deficiencias constructivas, pero nunca hubo más fases y quedaron muchas viviendas sin reparar (78)

Los vecinos que presentaron la demanda se mostraron ayer "muy contentos" por la resolución aunque también prudentes porque "no es firme", al caber recurso en la Audiencia Provincial. Sin embargo sí se mostraron muy taxativos al asegurar que no están "dispuestos a pasar otro invierno" con sus casas sin reparar, sufriendo frío y goteras del techo cada vez que llueve, y por eso tienen previsto "instar la ejecución provisional de la sentencia", según confirmó ayer su abogado Miguel Ángel Fernández López, del despacho Fernández y Luaces.

Los afectados han recordado que llevan casi una década de lucha, con reuniones con Administraciones, protestas, manifestaciones, peritaciones, actos reivindicativos y demás, sin que consiguiesen "de Xestur nada más que mentiras y promesas incumplidas, en lo que siempre fue una clara estrategia dilatoria con la que pretendían evadir sus responsabilidades".

El abogado de Xestur alegó que habían prescrito las acciones, que promovió la construcción de las viviendas pero es una entidad sin ánimo de lucro, y que muchas deficiencias que exponían se podían arreglar fácilmente, como aplicar un producto impermeabilizante en las fachadas, modificar las chimeneas o colocar un babero de zinc en lugar de ejecutar aleros como pedían los afectados. También rechazaron sustituir las ventanas por otras con rotura de puente térmico porque sería una mejora. Sobre las chimeneas de ventilación de los baños aceptó poner un remate superior y reconoció que los botes sifónicos de los baños no tenían suficiente profundidad.

En la sentencia el juez rechazó la alegación de que prescribiese el plazo para presentar esta reclamación y recordó que la reclamación se produjo en el período de garantía de la construcción. Subrayó también que la propia Xestur en 2015 hizo un peritaje de las casas y reconoció que eran necesarias obras de mejora por valor de 55.000 euros, por lo que no entiende por qué en el pleito no reconoció una parte en lugar de pedir la desestimación de toda la petición económica.

El perito de Xestur alegó que no vio manchas ni filtraciones cuando visitó las casas pero luego reconoció a preguntas del abogado de los demandantes que fue dos días de sol y con 20 grados de temperatura, tal y como registró MeteoGalicia.

Xestur alegó incluso que la zona donde se construyó la urbanización es una zona con mucha agua (pasa un río al lado) pero el juez le recuerda que debió de prever eso al construir en esa zona "aunque se tratase de viviendas de protección oficial".

Destacó también un informe del arquitecto del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) que expuso los mismos problemas que los afectados e incluso los acompañó de muchas fotografías "muy expresivas" y que reflejaban "otros muchos problemas". El juez redujo solo un poco la indemnización al no constatar la necesidad de sustituir unas puertas.