El Concello de Miño prevé reiniciar el proceso para contratar la limpieza de playas a una semana del la fecha fijada para el comienzo del servicio, que debía estar en marcha el 1 de julio. El Gobierno local anuló el anterior proceso de licitación, que había iniciado con el tiempo más que justo (el 19 de julio) y del que desistió tras denunciar una empresa irregularidades en el pliego.

El Ejecutivo confirmó ayer la existencia de "errores" en las cláusulas del contrato, un negociado sin publicidad que solo daba tres días de plazo a las aspirantes para presentar ofertas, entre otras singularidades.

El alcalde, Ricardo Sánchez, se defendió ayer de las críticas de la oposición, que cargó contra la privatización de este servicio y contra la falta de transparencia con la que se había procedido a su contratación a través de un proceso negociado sin publicidad (una fórmula que la ley considera excepcional) y con solo tres días de plazo para ofertas.

El regidor alega que el anuncio del proceso fue colgado en el perfil del contratante "pese a no constituir una obligación legal, con el objetivo de garantizar la libre concurrencia". El Gobierno local presume de los "procedimientos tan transparentes en materia de contratación" e incide que, en este caso, "se mantuvo un único criterio absolutamente objetivo: el precio".

Las condiciones que establecía el pliego fueron objeto de críticas del PSOE y de grupos sin representación en el Concello como el BNG, que cargaron contra el Ejecutivo por privatizar el servicio que hasta ahora se realizaba por operarios contratados directamente por el Ayuntamiento. Los grupos vaticinan un empeoramiento de las condiciones laborales y dudan que esté en marcha a tiempo.