Los vecinos de Vilarrodís y de Laxobre se han acostumbrado a tener al lado una gran estructura completamente inutilizada. Se trata de la pasarela peatonal de O Seixedo, que el Concello de Arteixo reinstaló a principios de 2016 y que desde entonces permanece cerrada. Lleva así año y medio. ¿El motivo? Una torreta de electricidad que se encuentra a pocos metros del paso elevado y que debe ser trasladada, según señala el concejal de Obras y Servicios Municipales, José Ramón Amado. El tiempo que la pasarela lleva inutilizada es todavía mayor si se toma como referencia la fecha en la que se desmontó: septiembre de 2013, que fue la última vez que estuvo abierta a los viandantes. Desde entonces suma 45 meses sin que los vecinos la puedan usar.

El concejal de Obras explica que el Concello instalará una pantalla junto a la torreta de electricidad para protegerla mientras no se traslada (el Concello y la compañía eléctrica están pendientes de completar los trámites administrativos). El Ayuntamiento prevé iniciar los trabajos de la mampara "este verano", según indica el edil de Obras. La pasarela tiene construido un acceso desde el lado de Vilarrodís y carece de él en el lado del área recreativa de O Seixedo, ya que el Concello quería evitar que los vecinos la usasen mientras no se trasladaba la torreta. Finalmente ha optado por la pantalla.

La pasarela antes estaba ubicada al lado de la rotonda de Sabón. Allí la instaló el Concello de Arteixo en el año 2007 para facilitar el paso de peatones entre la avenida Finisterre y Vilarrodís. En esta ubicación solo estuvo seis años. La Xunta la desmontó en el mes de septiembre de 2013 debido a que la pasarela era incompatible con la reforma de la rotonda de Sabón, que pasó a tener dos niveles de altura. Los restos de la estructura permanecieron en una parcela cercana al restaurante Casa Mela durante varios meses hasta que el Concello inició los trabajos para reinstalarla a la altura del área recreativa de O Seixedo. Las obras acabaron a principios de 2016, pero los vecinos siguieron sin poder utilizarla porque el Ayuntamiento decidió que el paso elevado continuase cerrado mientras no se trasladaba la torreta de electricidad. Durante estos meses el Concello y Gas Natural Fenosa han abordado los trámites administrativos, que todavía siguen sin completarse, según asegura el concejal de Obras.

Algunos vecinos se cansaron de esperar a que el Concello abriese la pasarela, que carece del acceso en el lado del área recreativa, y llegaron a idear una solución improvisada: colocaron un trozo de hormigón y un contenedor para poder cruzar de un lado a otro por el paso elevado.

El Concello construyó al lado de la pasarela un nuevo parque, que está ubicado en el lado más próximo a Vilarrodís. El Gobierno local decidió abrir esta zona verde en mayo después de que estuviese cuatro meses cerrada desde que se acabase la obra.

El concejal de Obras y Servicios Municipales, José Ramón Amado, tomó esta decisión debido a que había gente "subiendo las vallas y entrando" al lugar, con lo que para el edil la mejor opción era quitar las vallas y permitir a los vecinos acceder al recinto. La construcción del parque terminó en diciembre. El Concello decidió mantenerlo cerrado porque debía acometer la construcción de los nuevos accesos.