La historia volvió a tener un papel protagonista ayer en la Feira Franca Medieval de Betanzos. En la tercera y última jornada del regreso al Medievo de este año destacó la recreación de la expulsión de los leprosos de la ciudad. Espectáculos de música, magia, teatro, cetrería o malabares, un torneo a caballo, puestos de artesanía y un campamento medieval completaron la oferta de actividades de la feria, que celebró sus veinte años de existencia con un nuevo éxito de público.

Decenas de voluntarios se caracterizaron con ropajes al estilo medieval e imitaron con logrados maquillajes las lesiones cutáneas propias de la lepra para recordar un episodio histórico de la ciudad. Otros participantes se armaron con aperos horquillas y se mostraron amenazantes mientras exigían su salida. En un carro tirado por bueyes y acompañados por un sacerdote, que los bendijo ante la iglesia de Santa María, los enfermos partieron de la plaza Irmáns García Naveira y recorrieron la zona histórica entre numeroso público para después ser expulsados.

La representación se realizó a partir de las 13.30 horas. Desde las 11.00 horas, los vecinos y visitantes ya pudieron disfrutar del rincón infantil situado en la plaza Irmáns García Naveira, que ofreció atracciones para los más pequeños, y de los puestos de venta, que ofrecían variedad de productos, desde joyas, juguetes o marroquinería hasta juguetes, quesos o empanadas. Además, en el Cantón Claudino Pita, un campamento medieval ofreció representaciones de combates entre caballeros a cargo de Especialistas Hípica Celta, tiro con arco, juegos y talleres de elaboración de escudetes para niños y talleres de exhibición de oficios tradicionales como telar de lino, trabajo con cuero o un taller de herrería. En la plaza de la Constitución había juegos tradicionales y populares guiados por Cruz Roja de Betanzos. Además, hubo música, malabares y magia.

Los espectáculos, juegos y el campamento medieval continuaron por la tarde. A las 18.00 horas, además, se celebró un torneo medieval a caballo en la plaza Irmáns García Naveira con una exhibición de los caballeros y un espectáculo de danza de alumnas de la escuela Danzarte, que también colaboraron en la organización. Un espectáculo a cargo del grupo La Recua concluyó la programación de la feria, que con dos décadas se ha consolidado como cita de referencia.