Representantes del Consorcio As Mariñas y del Concello de Arteixo celebraron ayer la primera reunión de la comisión creada para abordar la salida del municipio, que se hará efectiva el 1 de enero de 2018. La mesa está formada por el concejal de Obras y Servicios, José Ramón Amado; el presidente del ente supramunicipal, José Antonio Santiso; y cinco técnicos. Su principal objetivo es calcular la cuota de la separación de Arteixo.

Concello y Consorcio acordaron ayer comunicar de manera oficial a Albada y a Cespa, empresa que gestiona la basura, la marcha de Arteixo a principios de 2018. La comisión acordó solicitar a la empresa concesionaria del servicio de recogida de basura, Cespa, que emita en el plazo de 30 días un informe sobre los costes que supondrá la salida de Arteixo. El ente supramunicipal solicitó al Concello que aclare qué opciones baraja para el tratamiento de basura para conocer la repercusión en Nostián.

Otro de los puntos que se abordó en la reunión fue las consecuencias de la salida de Arteixo en la plantilla. El Consorcio avanzó que mantendrá a la totalidad de los trabajadores que tiene contratados directamente, pero expresó su "máxima preocupación" por el futuro de los empleados de Cespa que puedan verse afectados por el proceso. Arteixo no hizo alusión a ese extremo en su comunicado, en el que se refirió exclusivamente al personal funcionario, "que en principio se quedará íntegramente dentro de la estructura del consorcio".