La población de Bergondo está estancada desde 2010, la tasa de defunciones duplica a la de nacimientos desde hace años, el crecimiento natural es negativo, disminuye el número de jóvenes y niños, cada año se edifica menos y en 2015 solo se otorgaron siete licencias de construcción. Para el horizonte de duración del plan, hasta 2032, tirando por lo alto se prevén 600 nuevos vecinos. Bergondo depende mucho de Sada y Betanzos, sobre todo al carecer de un núcleo urbano de entidad suficiente, centralizado y con servicios. Con estos datos, los redactores del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Bergondo llegaron a una conclusión realista y por lo tanto inaudita en un planeamiento municipal: no hay necesidad real de viviendas nuevas.

El borrador del PXOM indica incluso algo aún más sorprendente: la previsión de vivienda nueva es negativa, concretamente de -197, es decir, incluso sobran viviendas de las que existen actualmente. No es habitual que un Concello sea tan realista. En Abegondo, mucho más rural, se hizo una previsión de vivienda nueva tan elevada, sin demanda que la justificase, que fue uno de los motivos por los que se le anuló el planeamiento.

¿Cómo llegan los redactores a una previsión de vivienda negativa? Al hacer la proyección de población han visto que como mucho en 16 años habrá unos 537 nuevos vecinos, y calculan a 2,9 vecinos por vivienda, con lo que consideran que serían necesarias 222 nuevas viviendas (185 principales y 37 segundas residencias). Pero como existe un importante stock de vivienda construida vacía, que ha ido aumentando cada año hasta las 418 actuales, con éstas ya existentes y desocupadas ya se absorbería el aumento de población previsto, y aún sobraría, de ahí que considere que existe una demanda real negativa.

En el borrador del plan urbanístico se descarta la alternativa de intentar desarrollar de nuevo el sector de A Longueira y que inicialmente planteaba mil viviendas (año 2009), para luego reducirse a 500 y después ser anulado por la Xunta.

En el documento actual se descarta la alternativa de volver a intentar desarrollar A Longueira, pero en varios párrafos se alude a la posibilidad de mantenerlo, aunque modificándolo y reduciendo de nuevo su capacidad residencial.

En la memoria de ordenación por ejemplo se señala que el suelo de A Longueira "es una pieza de grandes dimensiones que ocupa la ladera norte del punto más alto del municipio, lo que lo hace especialmente sensible", pero al mismo tiempo destaca la "importancia d evaluar la posibilidad de mantener los terrenos" y "completar la estructura urbana existente con unas 127 viviendas" nuevas en esta zona.