Las obras para reparar la carretera que atraviesa el polígono de Morás ya están en marcha tras varios años paralizadas, según confirmó la Consellería de Infraestruturas e Vivenda. Los operarios de la empresa que ha contratado la Xunta, Taboada y Ramos, empezaron ayer la excavación de un nuevo desvío provisional que absorberá el tráfico mientras se arregla el vial principal. Las primeras operaciones se desarrollan en la parte más próxima al cementerio parroquial de Arteixo.

Estas son las primeras obras que realiza el Gobierno gallego en el polígono de Morás tras paralizar su urbanización hace cuatro años. Desde ese momento el parque empresarial quedó totalmente abandonado. Lo único que ha aparecido en el lugar son tojos y la hierba de la Pampa, más conocida como plumacho.

Los trabajos servirán para mejorar la "seguridad" del vial a lo largo de 1.420 metros, según recoge el proyecto de obra de la Xunta. El organismo que gestiona el polígono, Xestur, licitó los trabajos por unos 1,5 millones de euros y finalmente los adjudicó por 821.000 euros. Con esta actuación el Gobierno gallego adaptará el vial para que se convierta en el principal acceso al polígono de Morás, aunque solo lo hará parcialmente. Construirá la calzada central y dejará para más adelante -cuando se reanuden las obras de urbanización del polígono- la ejecución de los carriles de servicio que la Xunta prevé que estén al lado de la calzada de la carretera que une Arteixo y Uxes.

La adjudicataria de los trabajos desplazó ayer al lugar una excavadora y una aplanadora para comenzar los trabajos, además de otros vehículos auxiliares. La empresa también instaló la señalización de obra. Los trabajos que empezaron en la jornada de ayer servirán para habilitar una calzada de ocho metros de anchura. Los carriles de circulación medirán 3,5 y el arcén exterior tendrá un ancho de un metro. El Gobierno gallego prevé que los trabajos duren diez meses.

Este vial que la Xunta acondicionará ahora se habilitó durante la construcción del polígono de Morás como un desvío provisional. Contaba con nueve bandas reductoras de velocidad debido a la presencia de camiones que entraban y salían de la obra del polígono. La Xunta paralizó la urbanización de Morás en 2013 y el vial continuó así pese a que en el polígono no había operarios ni empresas. Ahora el Gobierno gallego acondicionará definitivamente la carretera.

Las primeras bandas reductoras de velocidad que se instalaron en la vía eran de hierro y provocaron las protestas de los usuarios de la carretera que denunciaban que eran un "peligro" tanto por su altura como por su rigidez y que además eran perjudiciales para los vehículos debido a que afectaban al sistema de amortiguación y las ruedas. La Xunta decidió sustituirlas por otras de goma tras las críticas vecinales. Las que pusieron y permanecen en la actualidad son de menor tamaño y altura. Pese a esto, muchos conductores optan por utilizar el arcén para intentar esquivarlas y también aprovechan que algunas tienen algún hueco arrancado.

Falta la urbanización

La Consellería de Infraestruturas e Vivenda ahora tiene pendiente retomar las obras de urbanización del polígono de Morás. Xestur, el órgano de la Xunta que gestiona suelo, ha recibido 31 ofertas para optar a este contrato. La propuesta más económica la ha presentado una unión temporal de empresas formada por Oca y Opain, que realizaría los trabajos por un importe de 2.192.000 euros, lo que supone una rebaja del 41% respecto al precio inicial fijado por el Gobierno gallego.

La Xunta licitó el pasado mes de mayo este contrato, en el que están incluidas la explanación de una parcela que se encuentra en la parte sur del polígono y la construcción de un nuevo vial que atravesará el parque empresarial de norte a sur. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de cuatro meses. Xestur sacó a concurso público la urbanización de Morás por un precio de 3,7 millones de euros en total.