Javier Taladrid es uno de los organizadores del Free Riders, el festival que aúna rock y motor que arrancó hoy en Miño. Este apasionado del motor miñés y su socio, Pau Rodríguez, han trabajado a destajo para echar a andar un certamen que incluye rutas de enduro y por carretera, un circuito en el propio recinto y actuaciones musicales desde la mañana hasta altas horas de la madrugada. El cartel incluye clásicos como Eddie & the Hot Rods, Sex Museum o The Godfather.

-¿Cómo surgió la idea de hacer un festival que aúne rock y motor?

-Mi socio, Pau Rodríguez, organiza un festival en Asturias, el Motorbeach, que tiene gran afluencia de gente y yo colaboraba con él. Unas vez vino a Miño, vio el entorno y le encantó. Intentamos hacer algo parecido, aunque no igual. Queríamos que el evento tuviese personalidad propia y que representase tanto al mundo del motor, tanto a nivel constructores de motos y de coches como el mundo del motor deportivo: el enduro, las rutas.. Queríamos aunar todo eso y darle un final de fiesta de bandas de rock.

-¿Por qué en Miño?

-Miño tiene una ubicación y unas características increíbles. Los que somos de aquí a veces no le damos la importancia que realmente tiene al entorno y también a los servicios y accesos. Tenemos muy buena ubicación. Estamos a diez minutos de A Coruña y muy cerca de Ferrol y Santiago y solo a 45 minutos de Lugo.

-¿Qué tal ha sido la relación con el Concello? ¿Ha colaborado en la organización?

-Sí, sin una buena colaboración entre Concello y organización habría sido tontería intentar lanzarlo. Desde el Ayuntamiento han colaborado todos, de forma muy especial los trabajadores, desde el primero hasta el último. Se han involucrado mucho, haciendo incluso horas fuera de su jornada laboral.

-¿Existe otro festival de estas características en Galicia?

-Que nosotros conozcamos, no. Hay eventos deportivos muy numerosos y muy grandes y festivales musicales con unos carteles de rock increíbles, pero eventos que aúnen el mundo del motor con cohes, furgos, las motos de enduro y un final de fiesta con grupos de rock no conocemos ninguno.

-El festival incluye rutas, circuitos en el propio recinto y un cartel con tirón. ¿Qué tal ha sido la acogida?

-Es la primera edición, hay que ser humildes, pero la previsión es muy buena, mejor de la que esperábamos. La venta anticipada y la respuesta en redes sociales ha sido buena, creemos que la acogida va a ser buena si el tiempo ayuda

-¿Con qué vocación nace el Free Riders?

- El Free Riders nace para quedarse, queremos que se consolide. El primer año el esfuerzo ha sido titánico, pero intentamos crear una oferta atractiva en la que todo el mundo pueda participar. En el dirt track la gente puede entrar hasta con vehículos de 50 centímetros cúbicos, porque no todo el mundo puede conducir una moto con una cilindrada grande, pero cualquier chaval puede acceder a un ciclomotor. De hecho, es una de las categorías más divertidas porque hay mucha gente que se apunta, no necesita tanto nivel y no haty tanto riesgo de hacerse daño.