Los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente ya tienen los resultados de los análisis bacteriológicos realizados a las gaviotas que aparecieron muertas desde principios de julio hasta principios de este mes en la costa oleirense, entre Bastiagueiro, Santa Cristina y la desembocadura de O Burgo, además de algunos ejemplares en A Coruña y en Arteixo. Murieron por un brote de botulismo, una intoxicación alimentaria.

Medio Ambiente señaló que el botulismo se produce por una bacteria, generalmente presente al comer alimentos mal conservados o contaminados. Precisaron que suele darse cuando se dan otras condiciones favorables, como mucho calor y aguas estancadas, que favorecen la aparición de la bacteria. Por eso es una intoxicación que se produce sobre todo en verano. El año pasado la consellería detectó, también en agosto, el caso de un ave en Pontevedra.

En toda la provincia aparecieron cerca de un centenar de aves muertas, sobre todo gaviotas pero también algún arao, según confirmó el propio alcalde, Ángel García Seoane, que denunció que veía de "3 a 4" aves muertas cada día en la playa de Bastiagueiro. En el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Santa Cruz ingresaron 19 gaviotas en este último mes, diez de ellas ya muertas y cinco que llegaron vivas pero no pudieron recuperarse.

Otras cuatro evolucionan favorablemente porque los trabajadores del centro ya advirtieron por los síntomas de que podrían estar aquejadas de botulismo y las trataron para este mal, una sospecha que se ha confirmado con el resultado del análisis bacteriológico, después de que los primeros análisis descartasen enfermedad aviaria.

Los ornitólogos ya habían apuntado también a un brote de botulismo como posible causa, ya que así se había producido en otros casos de gran mortandad de aves. El botulismo suele producirse sobre todo con alimentos procesados, tipo embutidos y conservas, que si están a altas temperaturas generan estas toxinas al carecer de oxígeno. Las gaviotas son aves voraces y poco discriminadoras a la hora de alimentarse.

La consellería destaca que no hay motivos para la alarma. Es conveniente recoger todas las aves enfermas o muertas que se encuentren y llevarlas al centro de fauna de Santa Cruz.