Un gran número de personas se acercaron al puerto arteixán para contemplar las embarcaciones caseras confeccionadas por los participantes, que salieron de la playa a partir de las cinco de la tarde para realizar un pequeño recorrido por el mar y demostrar que sus naves caseras flotaban. Hubo barcos de fieros frikingos, un barco-globo con el nombre de Willy Fog-ete, un caballo de Troya, una nave romana a la que tuvieron que ayudar para que no se fuese a pique, un barco-dinosaurio y hasta una embarcación en forma de ataúd. Este evento, organizado por el Club Náutico de Suevos, tuvo premios para la embarcación más bonita, la de mejor diseño, la más original e incluso la más armatroste.