Al igual que en los últimos años, los vecinos de Culleredo volvieron a pasar la noche ante la puerta de la piscina de Acea de Ama para conseguir una plaza en alguno de los cursos que ofertan estas instalaciones. Algunos estuvieron haciendo cola desde las tres de la tarde del día anterior, durmiendo allí, para que sus hijos no se quedasen sin plaza.