El borrador del plan general de Bergondo, a exposición pública, delimita un polígono de suelo urbano no consolidado en la parcela de la conocida Casa do Cortés de Guísamo, la vivienda modernista que lleva años en ruinas y prácticamente oculta por la maleza.

El equipo redactor propone urbanizar este ámbito al borde de la Nacional-VI, que dispondría de una superficie total de 1,17 hectáreas y que prevé destinar fundamentalmente a la construcción de viviendas unifamiliares.

El plan general plantea de todos modos varias tipologías de vivienda en este sector. A las casas aisladas reserva una edificabilidad de 0,15 a 4 metros cuadrados por metro cuadrado; a edificaciones con frente al vial, de 0,4 a 0,7 metros cuadrados por metro cuadrado y a hileras plurifamiliares, 0,5 metros, según recoge el borrador.

Los redactores del documento urbanístico proponen estudiar la posibilidad de recuperar la antigua construcción en ruinas como equipamiento social. Plantean además que las nuevas edificaciones se construyan en torno a una zona verde central, aunque sin concretar los criterios para compatibilizar las distintas tipologías de vivienda, un extremo que relega a una futura ordenación detallada del ámbito.

La ordenación de este sector podría suponer el primer paso para hacer realidad la iniciativa planteada hace dos años por una inmobiliaria, Pangea Grupo Inmobiliario, que presentó al Concello un borrador de su propuesta de crear una cooperativa de vivienda para jóvenes en los terrenos de Casa do Cortés. La empresa apostaba por construir tres bloques de tres alturas y diez chalés pareados y rehabilitar la Casa do Cortés para usos sociales.

La propuesta de la inmobiliaria trascendió en octubre de 2015 y la alcaldesa, la socialista Alejandra Pérez, se limitó a decir que no había ninguna decisión tomada al respeto y que se trataba solo de una "idea" que podría estudiarse.