Nueva edición de la eco-regata de la Semana da Custodia do Territorio. Y nuevo reto. Voluntariado Mandeo, la entidad organizadora, invita a todos los vecinos de la comarca a participar el próximo domingo en esta competición lúdica con la que se marcan un doble objetivo. A la ya tradicional carrera para extraer botellas, plásticos y otros residuos de la ría suman este año el reto de retirar hasta medio centenar de ruedas de camión depositadas ilegalmente desde hace años en las marismas.

Las embarcaciones partirán a las nueve de la mañana del puerto de Betanzos hasta las inmediaciones del pazo de Mariñán, en Bergondo, donde están depositados los neumáticos, buena parte de ellos ocultos entre la vegetación de la ribera. Uno de los equipos se encargará de retirar las ruedas y el resto se centrará en extraer la basura acumulada en este entorno protegido. Como todos los años, habrá premios para el grupo que recoja más residuos y el que encuentre "el más singular". La competición, en la que colaboran el Concello de Bergondo, Casa Castillo, Comercial Vicente de la Fuente y los colectivos Arbe, Ría do Pedrido, Lar de Unta y Roxín Roxal, finalizará con una comida de confraternización que dispondrá de actividades para los más pequeños.

Limpieza del río Callou

La eco-regata pondrá fin a las actividades incluidas en la sexta edición de la Semana da Custodia do Territorio que organiza la Fundación Fragas do Mandeo y el Grupo de Desenvolvemento Rural As Mariñas Betanzos y que este año giraron en torno a la necesidad de conservar el litoral. Un día antes de la eco-regata, el sábado, los voluntarios participarán en la décima edición de la limpieza simultánea de ríos de toda Galicia que organiza Proxecto Ríos.

Será la quinta vez que la Fundación Fragas do Mandeo participe en esta actividad. Según informan desde el colectivo, el año pasado participaron 762 personas de 59 entidades y se retiraron casi 13 toneladas de basura en 48 tramos de río. Este año, la Fundación Fragas do Mandeo centrará sus esfuerzos en el río Callou, que sufrió varios vertidos durante el pasado año.

Los participantes recogerán todos los desperdicios que encuentren en el tramo comprendido entre las proximidades de la carretera Nacional-VI y su desembocadura en Miodelo. Se trata de tres kilómetros de recorrido por un bosque de alto valor ecológico que sobrevive en un entorno muy urbanizado.