A punto de cumplirse ochenta años de la entrega del pazo de Meirás al dictador Francisco Franco, la Xunta ha accedido a encargar un estudio jurídico sobre los "vicios ocultos" en la adquisición de este inmueble que abran la puerta a su recuperación para al patrimonio público. El aluvión de críticas que ha provocado la decisión de los herederos del militar golpista de encomendar a la Fundación Francisco Francisco Franco la gestión de las visitas a este Bien de Interés Cultural para que exalte la "grandeza" del dictador han empujado al Gobierno gallego a mover ficha y dar los primeros pasos para reclamar su devolución.

La Xunta recorrerá ahora la senda abierta por varios investigadores locales que han rebuscado durante años en archivos y recabado testimonios para rasgar el envoltorio de ese supuesto "regalo" y sacar a luz un "expolio". Al exhaustivo trabajo de investigación de Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo - que verá la luz a finales de año en el libro Meirás, un pazo, un caudillo e un espolio -, se suman otros, como el que acaba de publicar el Anuario Brigantino, Alfonso Molina: el hombre de los Franco en A Coruña, de Francisco Martín Ossorio.

Sus pesquisas y las de otros historiadores servirán ahora de punto de partida a la recién constituida Junta Pro Devolución del pazo de Meirás, de la que forman parte Diputación, los ayuntamientos de Sada y A Coruña, Universidad y instituciones, organizaciones políticas, sociales, sindicales y fundaciones. Su meta: "reparar una injusticia", recuperar el inmueble y convertirlo en un espacio de recuperación de la memoria.

Un repaso por los estudios, especialmente por Meirás, un pazo, un caudillo e un espolio, desvela detalles de la adquisición de Las Torres y desmonta el discurso al que se aferra la familia Franco para conservar la propiedad. No fue un "obsequio", es un símbolo de la corrupción de la dictadura franquista, concluyen los historiadores.

ECreación de la Junta pro Pazo del Caudillo. La entidad que compró Las Torres de Meirás a las herederas de Emilia Pardo Bazán nació en marzo de 1938, en plena guerra, y estaba presidida por el gobernador civil de la provincia Julio Muñoz Rodríguez. Formaban parte los Ayuntamientos de A Coruña, Sada, Ferrol, Santiago de Compostela, la Diputación, la banca y las cámaras de propiedad y comercio. Cuatro de sus miembros entrarían a formar parte unos meses después de la gestora militar: los exalcaldes Fernando Álvarez Sotomayor, Alfonso Molina y José Casteleiro Varela y Jacobo López Rúa. Tiempo después de la entrega del pazo de Meirás al dictador, el gobernador civil Julio Muñoz fue nombrado jefe de la casa civil de Franco, cargo que ocupó hasta 1946.

E¿Por qué el pazo de Meirás?: El nacimiento de una "nueva élite en A Coruña". ¿Por qué comprar el pazo de Meirás?. Los historiadores Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo sostienen que la elección de Meirás obedeció al interés de desplegar en A Coruña una "nueva élite política y económica" que se vería reforzada por la presencia veraniega del dictador. La Junta pro Pazo estaría dirigida por Pedro Barrié de la Maza, por entonces vicepresidente del Banco Pastor, que podría haber tenido otros motivos para fijar sus ojos en Meirás. Un informe de un teniente coronel del ejército de noviembre de 1939 develado por Babío y Lorenzo en su libro apunta a la existencia de una hipoteca sobre la finca del Banco Pastor.

ESuscripciones populares, descuentos en nóminas de funcionarios y aportaciones de concellos. "La cifra gastada en el pazo es de tal magnitud que si se supiese causaría asombro", recoge un informe militar de la época. Los mecanismos empleados para reunir los fondos para comprar, reformar y ampliar el pazo de Meirás distaron mucho de ser voluntarios. Inicialmente, la Junta Pro Pazo recurrió a suscripciones populares, realizadas en un contexto de guerra y bajo la amenaza implícita de que quienes se negasen fuesen declarados "desafectos al movimiento". Un diario instaba así a contribuir en esta colecta: "A ella han de afluir la aportación de todos los gallegos, que a través de han de testimoniar ante el mundo entero los lazos que les unen en admiración y gratitud hacia el salvador de España". La suscripción no reunió lo suficiente y la junta recurrió a descuentos en nóminas de funcionarios y a aportaciones de concellos y Diputación. Como muestra un botón: El estudio de Francisco Martín Ossorio publicado en el Anuario Brigantino transcribe la providencia aprobada por el Ayuntamiento de A Coruña para contribuir a la compra: 25.000 pesetas "para la adquisición del Pazo de Las Torres de Meirás, ofrendado por la provincia de La Coruña al Generalísimo y Jefe del Estado Español como residencia veraniega". El gasto ingente no solo en la compra, sino en la ejecución de obras y la ampliación del recinto, propiciaría en 1939 la quiebra de la junta. Los historiadores Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo desvelan en su estudio el informe de un teniente coronel del ejército de 1939 que advertía que "la cifra gastada en el pazo" era "de tal magnitud que si se supiese causaría asombro".

EEntrega del pazo: "Lo acepto gustoso por tratarse de un obsequio de mi tierra". El 28 de marzo de 1938 los integrantes de la Junta Pro Pazo hacen entrega del inmueble al "fundador del nuevo imperio, Jefe del Estado, Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España", como puede leerse en el acta. Tras la firma, el dictador escribió en uno de los pergaminos con que se selló el traspaso: "Lo acepto gustoso por tratarse de un obsequio de mi tierra". No era la primera vez que la familia Franco ponía los pies en Meirás, Informes y testimonios de la época dejan constancia de las visitas de Carmen Polo para supervisar los trabajos. Tras la entrega de Las Torres, se celebró una comida en el propio pazo. Un acta de la Diputación de aquel día da cuenta de la propuesta de su presidente, Juan José Barcia, de sumarse a la celebración posterior. "Para rendir a tan elevada personalidad el debido homenaje, propone que se levante la sesión y que la corporación se traslade a dicha residencia", recoge.

EEl papel de Alfonso Molina como director accidental del departamento de Vías y Obras de la Diputación Provincial. El desembolso de dinero público continuará tras la entrega del pazo de Meirás. El historiador Francisco Martín Ossorio ahonda en su estudio Alfonso Molina: el hombre de Franco en A Coruña en el papel que jugó el alcalde de la ciudad entre 1947 e 1958 en la adquisición y reforma del Las Torres de Meirás. Molina, que formaba parte de la Junta Pro Pazo del Caudillo, ocupó el puesto de director accidental de la sección de Vías y Obras de la Diputación desde 1937. En abril de 1938, Molina presentó para su aprobación en pleno varias obras de mejora en las carretera de Santa Cruz a Meirás y el historiador apunta que es más que probable que participase en las obras de arreglo del jardín del pazo tras las expropiaciones realizadas, en la nueva conducción de agua o en la construcción del nuevo muro. Entre otras obras, Alfonso Molina participaría en el proyecto de variación de la carretera provincial de Meirás y en la construcción de un acceso al cuartel de la escolta de Franco. La ejecución de diversos trabajos relacionados con el pazo de Meirás fue reconocido recientemente por la Diputación, en base a la documentación recabada por Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo. El actual Gobierno provincial avanzó la pasada semana que buscará "hacer justicia con la propia historia de la institución" y "devolver lo que en su tiempo fue robado".