Tras la gran mortandad de gaviotas que se registró en las playas de Oleiros entre finales de julio y principios de agosto de este verano, ahora han vuelto a aparecer nuevos ejemplares sin vida en los arenales del municipio, además den en la zona de la ría de O Burgo e incluso casos en la playa del Matadero de A Coruña. En el primer caso la Xunta confirmó que se trató de un caso de botulismo, tras realizar analíticas, un mal que se produce por alimentarse de comida en mal estado, y que suele darse en condiciones de mucho calor continuo, como está sucediendo de nuevo ahora en Galicia.

El alcalde reclamó ayer a la Xunta que investigue a fondo estos casos para determinar si es una "peste", si han sido envenenadas (en el primer episodio ya se descartó) o si se trata de contaminación. Hace más de un mes también aparecieron patos muertos en Culleredo.