El Juzgado de Instrucción Número 4 de A Coruña ha archivado la denuncia formulada contra el alcalde de Culleredo, Julio Sacristán, por presuntas infracciones en materia urbanística y medioambiental y por supuestas irregularidades en la tramitación de multas. Esta denuncia, según el gobierno local de Culleredo, fue presentada por tres policías locales y fue la que originó que en febrero de este año entrasen en la Casa Consistorial miembros del cuerpo Judicial de la Policía Nacional para llevarse más de cuarenta expedientes.

Julio Sacristán se mostró "muy contento" por el resultado de esta instrucción judicial pues ha confirmado "la actuación impoluta" tanto del Ejecutivo local como de los técnicos municipales. "Teníamos la conciencia muy tranquila", dijo. Recordó que durante todos estos meses de instrucción "el trabajo en el Concello continuó con plena normalidad, colaborando en todo momento con el juzgado, cuyo trabajo se ha respetado al cien por cien".

El alcalde ha recordado que el juez cierra la causa al no encontrar ningún indicio de lo que alegaban los denunciantes tal y como sostuvo el Gobierno desde el primer momento y por eso se mantuvo la "tranquilidad total" en el Concello durante toda la instrucción, estos ocho meses, al estar convencido de la "corrección del trabajo de los servicios municipales".

Sacristán destacó que este archivo confirma la "absoluta legalidad y pulcritud" de las actuaciones urbanísticas y de sanciones del Concello.

"Nuevamente se demuestra que a pesar de los sucesivos intentos de algunos grupos políticos de inhabilitar al alcalde no lo han conseguido. Ha quedado meridianamente clara la motivación política de los policías denunciantes", afirma el Gobierno local en un comunicado enviado ayer en el que añade que el regidor ya advirtió en su día que los agentes denunciantes tienen "vinculación con algún grupo" político de la Corporación, lo que los vecinos ya "conocen perfectamente".

El regidor explicó en su día, cuando entró la Policía Judicial para llevarse los expedientes, que se presentó la denuncia contra él por presunto tráfico de influencias. Los agentes se llevaron más de veinte expedientes urbanísticos (terrazas, licencias de negocios) y de medio ambiente (escombros en Sésamo) y otros tantos de multas.