El primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana y Medio Ambiente, José Ramón Rioboo, se postulará como sucesor de Julio Sacristán al frente de la Alcaldía de Culleredo. En un pleno previsto para el próximo 10 de noviembre, el grupo municipal socialista propondrá al número tres de la lista como nuevo alcalde cullerdense. La número dos, la concejal de Bienestar Social, Lupe Pombo, renuncia a la Alcaldía.

Sacristán avanzó ayer que el grupo municipal había acordado proponer que fuese Rioboo el próximo alcaldeSacristán Rioboo y concejales de Gobierno lo confirmaron minutos después, tras acompañar a Julio Sacristán en la comparecencia en que explicó los motivos de su marcha. Ediles del Ejecutivo municipal aseguraron que apoyarán con sus votos a 'Río', como se refirieron al aspirante a sucesor. Afirmaron que se acordó en el grupo municipal y dieron a entender que no se barajó la posibilidad de que ningún otro edil se postulase para el cargo. Sacristán sostuvo que el Gobierno local funcionará bien sin él ya que, afirmó, él es "una pieza más".

En la votación, una mayoría simple bastará para elegir al nuevo regidor de Culleredo. El PSOE cuenta en la actualidad con nueve concejales de los veintiuno que integran la Corporación municipal. Tras la renuncia de SacristánSacristán, ocupará de nuevo un acta de concejal en Culleredo Penélope López, la número diez de la candidatura socialista en las últimas elecciones municipales, de 2015, y que había sido edil de Sanidad en el anterior mandato.

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Julio Sacristán explica su adiós a la política

La postulación de Rioboo como relevo de Sacristán al frente de la Alcaldía confirma el pronóstico que el propio candidato a alcalde avanzó tras las elecciones de 2015, cuando avanzó que en las próximas municipales optaría a dirigir el o cullerdense. "Seré candidato en las próximas elecciones. Mi objetivo siempre ha sido ser alcalde", confesó Rioboo en una entrevista concedida a LA OPINIÓN en agosto de 2015, meses después de las elecciones municipales, las primeras en las que concurrió como socialista tras su reintegración en el partido después de liderar otra formación, Agrupación Progresista de Culleredo (APdC), que impulsó después de abandonar el PSOE y entre duras críticas a Sacristán y que en el anterior mandato había conseguido cinco concejales.

Dos años antes, en 2013, el Gobierno local del PSOE rompió el pacto de Gobierno que mantenía desde el anterior mandato con el BNG e integró a los ediles de APdC en el partido, de modo que se convirtieron directamente en concejales de Gobierno y el PSOE pasó a tener mayoría absoluta. Ambas partes aseguraron haber negociado durante meses y haber "restañado heridas" del pasado, ya que los enfrentamientos de Rioboo y Sacristán llegaron a cristalizar en denuncias de APdC por las que los juzgados investigaron al Gobierno local en torno a dos asuntos: locales de ensayo que, según la antigua formación de Rioboo, el Concello recepcionó antes de que se finalizada la obra, y la acumulación irregular de residuos en el monte Costa.

"Todo el mundo tuvo que pasar el Rubicón, madurar y restañar algunas heridas, porque en el fragor de una batalla se dicen cosas de las que luego nos arrepentimos", confesó Sacristán. Rioboo, por su parte, defendió: "Los vecinos quieren tranquilidad y no que nos peleemos entre nosotros". La integración no consiguió en las urnas que la suma de partidos se tradujera en una suma de votos: en 2011, el PSOE logró ocho concejales y APdC, cinco, y en 2015 el grupo socialista consiguió 9 ediles, lejos de los trece que sumaban ambas formaciones en el mandato anterior. Al margen de los resultados electorales, Sacristán y Rioboo defendieron siempre el buen funcionamiento del Gobierno local tras la integración de los concejales de APdC en el Ejecutivo socialista.