"Carlos Calvelo, si tiene la mayoría para gobernar en solitario, si en cuatro años no es capaz de aprobar un plan general no se presentará a las siguientes elecciones municipales". Esta es la promesa con la que el actual alcalde, Carlos Calvelo, se presentó a las elecciones de 2011. La incumplió. Volvió a participar en los comicios de 2015 pese a no tener listo el documento urbanístico, que sigue sin ser una realidad seis años después de que Calvelo pronunciase esas palabras. El Concello ni siquiera ha contratado la redacción del documento después de decidir hace dos años rescindir el contrato a los redactores que contrató el bipartito de PSOE y Terra Galega.

El Gobierno local asegura que no ha contratado la redacción del plan general debido a que aún no ha resuelto el contrato con los anteriores redactores. "El Concello de Arteixo no está conforme con la última factura que han pasado Arnaiz y Tinsa -anteriores redactores- en relación a los trabajos del plan general que asciende a 72.000 euros, ya que los trabajos que presentaron en relación a esta factura no aparece en el pliego de condiciones del contrato", indica el Ejecutivo municipal. Una vez finalizado este trámite, el Concello afirma que "se procederá a contratar a una nueva empresa" y a partir de ahí se completarán "los trabajos necesarios para redactar el documento inicial del plan general". El Concello explica que ha abonado dos facturas a los anteriores redactores del plan general. Concretamente una de 56.000 euros y otra de 45.000.

Las empresas que elaboraban el plan general desde el año 2007, Arnaiz y Tinsa, denunciaron que en 2011 entregaron el informe previo a la aprobación inicial y que desde ese momento no fue posible la entrega de los siguientes puntos previstos para elaborar el documento.

Arteixo mientras tanto se rige por las normas subsidiarias que se aprobaron en 1995. Desde entonces el municipio ha experimentado un importante crecimiento. En 1996 rozaba los 21.000 habitantes y este año ya ha superado los 32.000. El urbanismo no ha avanzado a la misma velocidad en el mismo periodo.

El actual Gobierno local ha optado por tramitar planes especiales para algunas zonas. Un plan urbanístico para construir una piscina en Meicende, una recalificación para legalizar los núcleos rurales situados en el litoral y otra para crear una plaza y un aparcamiento en la avenida del Butano. Estas son algunas de las propuestas que el Gobierno local ha tramitado este año ante la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio. Otra de las recalificaciones que promovió el Gobierno local fue autorizar los usos terciarios -con la prohibición de centros comerciales- en el polígono de Sabón. La Xunta ha autorizado los usos comerciales en la parcela de la Schweppes.

La tramitación del plan general de Arteixo está paralizada desde 2011. Ese año la Xunta emitió una valoración sobre el documento de inicio que había entregado el anterior Ejecutivo, de PSOE y TeGa, a la Consellería de Medio Ambiente. El PP se hizo con el poder y desde entonces no ha habido avances significativos en la redacción de este documento, que es un instrumento básico de ordenación integral del territorio. Define el modelo de municipio y cómo debe ser su crecimiento.

El actual Gobierno local afronta el tercer intento para tener plan general. Los dos anteriores fracasaron. El exalcalde Manuel Pose lo intentó en 2006, aunque la Xunta tumbó finalmente el documento urbanístico. Posteriormente el Gobierno local de PSOE y TeGa rescindió en 2007 el contrato a los redactores anteriores y contrató a otra unión temporal de empresas. Cuatro años después el PP se hizo con el poder.

Con la llegada del actual Gobierno local pasaron varios años sin avances públicos y el Concello optó por rescindir el contrato en 2015 porque la redacción del documento iba "mucho más retrasada" de lo esperado. El concejal de Urbanismo, Alberto Castro, señaló que se trataba de un documento "sin trabajar" y entregado precipitadamente antes de unas elecciones. Mientras tanto Arteixo sigue con las normas subsidiarias de 1995.