Un despiste al volante puede salir caro en Ansimonde. La falta de mantenimiento ha convertido las cunetas de esta localidad de Miño en toda una trampa para el conductor inexperto o distraído. Aproximarse más de lo aconsejable a la orilla para ceder el paso o aparcar puede acabar con el coche volcado en un desnivel de casi un metro provocado por la defectuosa canalización de un curso de agua. En los últimos meses, dos coches tuvieron que ser rescatados por un tractor.

Manuela Lista, una de las vecinas afectadas, sacó ayer el metro para medir la profundidad de esta cuneta, cubierta por una densa vegetación que impide apreciar la profundidad del desnivel . "Mira, aquí son ochenta centímetros, y en el tramo final es casi un metro", denuncia esta residente indignada.

Ella y otros vecinos de este núcleo reclaman desde hace años al Ayuntamiento de Miño mejoras en la carretera que atraviesa su localidad y que comunica con la carretera que va de Ponte do Porto a Vilamateo, que discurre paralela al río Lambre.

Los residentes en esta parroquia de Bemantes explican que la vía registra bastante tráfico porque es utilizada por los conductores en sus desplazamientos a Betanzos o Paderne y denuncian que la falta de mantenimiento se traduce cada día en nuevos baches y socavones que la hacen "intransitable"

El desvío del curso de agua ha socavado esta vía y provocado una hendidura que no para de crecer y que llevó ayer al Concello a instalar una valla, supuestamente para alertar del riesgo a los conductores. "El agua trabaja por debajo y la va socavando, llevo años avisando y lo único que han hecho es poner una valla sin señalizar", lamenta Manuela.

"Esta carretera la hicieron los vecinos hace muchos años. Mi padre pagó las obras con su primera pensión. Recuerdo que tuvimos que talar una oliveira centenaria", recuerda esta vecina, que asegura estar "harta" de la falta de mantenimiento del núcleo. "En el Concello nos dicen que están haciendo un proyecto, llevan así años", lamenta.

Los vecinos de este núcleo de Ansimonde contraponen el "abandono" de esta zona con el puntual mantenimiento de otras vías de la parroquia de Bemantes. "Nosotros ya no somos vecinos de segunda o de tercera, no sé lo que somos", critica la afectada, que durante años y ante la falta de mantenimiento se encargó ella misma de limpiar la cuneta.

Conductores que transitaban ayer por este punto corroboran las cítricas de los residentes en Ansimonde. "Por aquí casi no se puede pasar", lamenta un vecino que transita habitualmente por este tramo de la vía y que ayer se topó con una valla sin ningún tipo de distintivo que impide el paso por el socavón, la única medida que ha tomado de momento el Concello en esta zona.