Los vecinos del centro de Santa Cruz en Oleiros hace tiempo que denuncian los problemas de convivencia que genera un local que cierra de madrugada y ya llevan muchas denuncias presentadas ante la Guardia Civil y la Policía Local por peleas en la calle, botellón, ruido y música alta y gritos. El pasado fin de semana se dio un paso más: una vecina que sobre las cinco de la madrugada salió a la ventana a pedirles por favor que se fuesen al parque para poder dormir, fue contestada con el lanzamiento de una botella que pudo esquivar y que impactó contra el cristal de su ventana.

"Esta vez presenté denuncia ante la Guardia Civil porque ya fue terrible. Estaban peleándose en la calle, les dije que se fueran al parque de enfrente y empezaron a insultarme, me dijeron de todo, insultos que ni conocía, de lo más bochornoso que puedas imaginar y mal educado. Luego cogieron basura que estaba fuera de los contenedores y la lanzaron contra la fachada del edificio, y después uno agarró una botella, cogió impulso y la lanzó contra mi ventana, donde estaba asomada yo. Sé quién es y está denunciado", explica la vecina afectada, Eva Seoane, que tiene a dos niñas pequeñas en su vivienda, un primero, al lado del local que genera estos problemas. "Y ellas se asustan" añade.

Esa misma madrugada, la del pasado sábado, además la vecina a la que le tiraron la botella, una persona mayor salió del portal de su casa también para pedir silencio y poder dormir y dejó las llaves en la cerradura, por fuera, y los jóvenes que estaban de botellón fuera las quitaron y se las llevaron, por lo que la mujer ya no pudo entrar en casa y tuvo que pedir ayudar.

Eva Seoane, que vive junto a la pequeña rotonda del centro urbano, en el inicio de la calle Viñas de Babilonia, afirma que estos problemas los sufren "todos los fines de semana, sobre todo si hace buen tiempo".

Asegura que los vecinos que viven en este tramo de calle "están cansados" de llamar a la policía por "peleas, música a todo volumen en los coches, gritos" y demás.

Según explican los vecinos que viven en este tramo de la calle Viñas de Babilonia de Santa Cruz, el problema se produce porque un local cierra muy tarde y una vez cerrado, los clientes se quedan fuera, sobre las cinco o seis de la mañana, pero no se van, sino que se quedan en el lugar unas dos horas, hasta que abre un café-bar que está enfrente.

"Los chicos hacen tiempo hasta que abre el bar, y mientras tanto hacen de todo, se meten en los portales... Son chicos jóvenes, de unos veinte y pico años, algunos de Oleiros y otros de otros concellos de la comarca", destacó otro residente.