Los vecinos del número 12 de la calle Guerra de la Independencia y del 127 de la avenida Finisterre, en Arteixo, no olvidarán con facilidad la noche del pasado domingo, cuando el fuerte viento arrancó la cubierta de la nave de Pescanovaviento cubierta de la nave de Pescanova y la lanzó contra estos dos edificios. Los daños más aparatosos se registraron en un ático, en el que la terraza cubierta quedó completamente destrozada. Los tejados y los patios de luces tampoco se libraron y quedaron con varios agujeros por los que se cuela la lluvia.
Los residentes escucharon un estruendo a las 20.30 horas del domingo. En ese momento varios trozos de la cubierta de Pescanova chocaron contra los bloques de viviendas. "Fue un ruido impresionante, de esos que dices que todo se va a caer abajo", relata una de las vecinas del número 127, Flor Pallas. Los restos de la cubierta cayeron encima de los edificios.
El piso más afectado fue el ático del número 12 de la calle Guerra de la Independencia. Su propietario, Gerard García, no estaba en su casa en ese momento. El tejado de Pescanova destrozó completamente su terraza cubierta. El suelo quedó invadido por cristales y por restos de la uralita. El agua de la lluvia empezó a entrar en su vivienda tras quedarse sin techo. El dueño tuvo que achicarla casi toda la noche. El suceso provocó que apareciese una enorme grieta en una pared y dejó inservibles una bicicleta y otros pequeños enseres que había en la terraza. Gerard García explica que se toma lo ocurrido con tranquilidad, pero que "es muy complicado ver así" su vivienda. Ahora se aloja con unos familiares en A Coruña a la espera de que reparen su casa.
Otra vecina del edificio fue la que le avisó de lo sucedido. Se trata de Rocío Veira, que se encontraba en su casa cuando la cubierta golpeó el inmueble. Estaba en su cocina y sintió un temblor. "Se empezó a mover la cortina y de repente, ¡bum¡", relata. Inicialmente pensó que el viento había causado algún daño al tejado del edificio. La sorpresa se la llevó cuando salió a la calle y vio que algunos restos de la cubierta de Pescanova estaban sobre la calle. Entonces vio que otra parte estaba sobre el tejado de su edificio. Los desechos también dañaron tres coches que estaban aparcados y golpearon otro que circulaba por el lugar en ese momento.
Los destrozos en el número 127 de la avenida Finisterre fueron menos aparatosos, aunque han afectado considerablemente al edificio. Una de las residentes, Flor Pallas, asegura que tras lo sucedido el agua de la lluvia entra por la zona de los trasteros y baja por las escaleras hasta llegar al portal. "Tenemos un río", ironiza esta vecina. En los trasteros del edificio también han aparecido diversas grietas.
Vecinos afectados destacan que los servicios de emergencia y el Concello de Arteixo se pusieron de inmediato en contacto con ellos tras el suceso. En cambio, critican que Pescanova no lo hizo hasta ayer por la tarde, cuando el perito de la empresa acudió a valorar los daños. El alcalde de Arteixo, Carlos Calvelo, asegura que la empresa mostró su "máxima disponibilidad" para asumir la reparación de los destrozos y que el Concello quiso actuar de intermediario entre los vecinos y la empresa. Por eso recomendó a los afectados que llamasen a la Policía Local para que obtuvieran más información sobre las gestiones con los seguros. El PSOE agradeció la "plena disposición" de Pescanova a solucionar al problema tras conocer que el perito acudió al lugar.
Dos grúas de grandes dimensiones que contrató Pescanova acudieron ayer al lugar para retirar los desechos que permanecían sobre los edificios. En el operativo también participaron dos unidades de los bomberos. Las grúas empezaron a retirar el material sobre las 21.00 horas de la noche de ayer.
