Ocho años después del primer proyecto, el Ministerio de Fomento acaba de publicar el nuevo plan para enterrar el tráfico de la AC-12, antigua Nacional VI, a la altura del cruce de Sol y Mar en Perillo (Oleiros). Es una de las mayores inversiones en infraestructura de toda la comarca coruñesa con casi doce millones de euros de presupuesto y una obra reclamada hace años por el Ayuntamiento y los vecinos para reducir las habituales colas de vehículos a las horas punta y en verano en la que es una de las grandes vías de entrada a la ciudad de A Coruña. El proyecto de trazado y construcción ha sido aprobado provisionalmente y estará a exposición pública durante veinte días hábiles, tras su publicación ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Este tramo de vía es uno de los de mayor intensidad de tráfico de Galicia, aunque el aforo del Ministerio solo le otorga 42.000 vehículos en un estudio de 2015, mientras que desde otros organismos y desde el Concello siempre se ha destacado que llega a los 90.000 vehículos diarios. En el estudio se subraya que la intensidad media diaria (IMD) para el año 2020 será de unos 45.000 vehículos. Esta obra se ejecutará en varias fases con el fin de "mantener en todo momento el paso del tráfico rodado" por la carretera, aunque cerrando carriles y con desvíos

Fomento actuará en un tramo de unos 600 metros a la altura del cruce, donde construirá una rotonda en superficie de 32 metros de diámetro con carriles centrales para poder realizar los giros a la izquierda. Por debajo irá un falso túnel con dos carriles para cada sentido. En ambas márgenes de la vía se situarán los ramales del enlace que actuarán también como vías de servicio para acceder a casas y garajes.

Los accesos al túnel tendrán unas pendientes de 9,017% y 9,71%, cuando la normativa para este tipo de vía con velocidad limitada a 50 kilómetros por hora es del 7%. En el proyecto del ministerio sin embargo se destaca que para "casas excepcionales" está permitido superar este tope en un 19%, y en este caso está justificado al ser una zona urbana, con viviendas muy cerca y poco espacio para actuar además de las limitaciones del terreno.

Este tramo discurrirá por el túnel, soterrado entre unos muros pantalla de pilotes sobre los que se ejecutará la rotonda. Se mantendrá el semáforo con pulsador para los peatones. En el proyecto se destaca que este tramo de la AC-12 no es un punto negro de accidentes pero por el tipo de cruce y el volumen de tráfico que tiene está "sobradamente justificada la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad y circulación" al ser una "zona de conflicto potencial".