Los datos enviados al Ministerio de Hacienda y Función Pública referentes a las retribuciones de las corporaciones provinciales gallegas indican que la Diputación de A Coruña supone un coste en salarios de sus cargos que casi llega a los 700.000 euros, la segunda más cara después de los 777.000 de la de Pontevedra, que preside Carmela Silva. Sin embargo, si se distribuye esta cantidad en el número de habitantes de sus concellos, 1,1 millones de personas, resulta que el organismo provincial coruñés que dirige Valentín González Formoso es el más barato de los cuatro de Galicia: a cada residente en la provincia le sale a pagar 0,62 euros para mantener estos salarios, no llega a un euro por vecino.

Los gallegos a los que les cuesta más mantener los cargos públicos de su diputación es a los de Lugo: les toca pagar casi cuatro veces más que lo que abonan los coruñeses, algo más de dos euros por cabeza, a pesar de que su población es tres veces menos. La Diputación que preside Darío Campos es así la más cara de Galicia.

Baltar, el más caro

En cuanto a los salarios de los presidentes provinciales, de nuevo el de A Coruña es el que sale más barato, unos 64.000 euros (son datos de 2016, cuando se enviaron al ministerio para elaborar esta estadística).

En este caso es el máximo mandatario de la Diputación de Ourense, José Manuel Baltar, el mejor retribuido a pesar de gobernar una provincia que tiene más de tres veces menos población que la coruñesa.

José Manuel Baltar percibe un total de 76.199 euros al año, una cifra superior a los 73.000 euros que percibe el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijóo y muy cerca de la retribución del presidente de España, Mariano Rajoy.

El sueldo de Baltar supera en unos 12.000 euros al de Valentín González Formoso.

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