La Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) que depende de la Xunta demolió durante el año pasado un total de nueve construcciones ilegales en el área metropolitana de A Coruña, tres más que las realizadas en 2016. Este organismo echó abajo el año pasado un total de 130 edificaciones en toda Galicia, por lo que las derribadas en la comarca suponen un 6,9% del total. A pesar de este aumento en 2017, las nueve demoliciones aún están muy lejos de las cifras registradas en 2015, cuando la agencia pasó la pala a 15 construcciones, todo un récord, o de las doce demolidas en 2014.

Salvo en dos casos, en Oleiros y en Bergondo, donde se trataba de dos construcciones residenciales en toda regla, ejecutadas con cemento y ladrillo, las demás edificaciones demolidas eran simples casetas, muchas de ellas de madera.

CASAS DE MADERA

El municipio de Sada fue el que contabilizó más demoliciones realizadas por la APLU, tres en total, situadas en suelo rústico de protección ordinaria o no urbanizable. Una de las viviendas era una casa de madera de dos plantas con balcón incluido, muy similar a otras que también se tiraron en este municipio, como una en Campo das Mantas en Carnoedo.

En Cambre se registraron dos demoliciones. En un caso era una pequeña caseta de madera instalada en suelo urbanizable no común, y en el otro dos casetas de obra que se utilizaban como vivienda.

También fueron dos los derribos efectuados en el municipio de Abegondo, ambos en suelo rústico de protección agropecuaria. En un caso se eliminó una pequeña construcción y en otra se retiró una autocaravana, mientras que se mantuvo la caseta de madera anexa.

En el término municipal de Bergondo se echó abajo una gran casa construida en suelo no urbanizable común y en el concello de Oleiros también se demolió otra gran vivienda, de dos plantas y con un anexo, que se edificó en suelo de protección forestal, en medio del monte.