La agricultura ecológica se consolida en Culleredo. El proyecto formativo de huertos urbanos en el jardín botánico de O Burgo alcanza una nueva edición, con la apertura del plazo de inscripción mañana y con más del doble de interesados que de plazas disponibles. "Esta semana hemos avisado a unas 60 personas que teníamos en la lista de espera y desde la última convocatoria llamaron cerca de 90 interesados, cuando hay 29 huertos", explica la técnico municipal de biodiversidad y responsable de los huertos urbanos, Ana Oteruelo.

El programa incluye formación continua durante dos años, que los usuarios, seleccionados por sorteo, pondrán en práctica cada uno en un huerto. Además, dos espacios se ceden a entidades sociales para que los utilicen en actividades con sus usuarios. Los vecinos que resulten elegidos podrán formarse en aspectos como el cultivo sin herbicidas o productos agresivos con el suelo, la época de plantación adecuada para distintas variedades, técnicas de envasado, especies que ayudan a evitar la presencia de insectos o tipos de redes que protegen a los cultivos de los pájaros sin suponer un daño para los animales. En el entorno hay muchos pájaros. El jardín botánico tiene especies protegidas, así que buscamos modos de evitar que se coman los cultivos sin dañarlos", señala Oteruelo.

Cada usuario puede elegir qué productos quiere cultivar. Los invernaderos, como corresponde a la agricultura ecológica, no están permitidos. "Hubo hasta quien puso una planta de tabaco", cuenta la técnico y asegura que un par de usuarios especialmente implicados llegaron a poner acequias de recogida de agua para mantener buenas condiciones de riego en momentos de escasas precipitaciones.

Los cultivos que cada participante logra en el huerto que se le asigna pueden destinarse a consumo propio. Además, cuando hay excedentes, se realizan donaciones colectivas al banco de alimentos municipal. En ocasiones, cuando hay excedencia de ciertos productos que se conservan bien en el tiempo, como los pimientos, se ponen en práctica técnicas de envasado para guardar la producción.

El derecho a la formación y al cultivo y consumo de los productos obtenidos implica deberes como el correcto mantenimiento del espacio asignado y del suelo colindante, para evitar que el descuido perjudique al propio huerto o a los vecinos. Incide la técnico en que los huertos se ceden a cada usuario para practicar durante dos años hasta que se convoca de nuevo la iniciativa y señala que se han presentado conflictos con personas que de algún modo habían entendido que el huerto se les había adjudicado casi como propiedad.

A la formación y la práctica que obtienen los participantes, este programa suma "la complicidad" que se genera entre ellos. "Forman grupos y comparten experiencias o consejos de lo que van aprendiendo y consiguiendo", cuenta la responsable de los huertos, y afirma: "Ninguno lo quiere dejar".

Los interesados pueden inscribirse a través del Concello a partir de mañana y hasta el día 20 de este mes. Deben ser mayores de edad, residir en Culleredo y estar empadronados hace al menos seis meses y tener capacidad física para trabajar la parcela.