Un grupo operativo compuesto por la Reserva de la Biosfera y la Asociación de Desenvolvemento Rural As Marinas Betanzos, las Universidades de A Coruña y Santiago, el Instituto Galego de Calidade Ambiental, el Laboratorio do Territorio y dos cooperativas ganaderas, Cusoviame y Clun, ha creado una herramienta informática con la que aspira a combatir el minifundismo y los problemas derivados de la dispersión de las tierras en el rural.

Se trata de un algoritmo que permite reorganizar y agrupar las parcelas que ya ha sido aplicado en un proyecto piloto en Aranga y Curtis y en otros dos enclaves gallegos. El objetivo de este proyecto, financiado con fondos europeos, es dotar a los ganaderos de una solución de menor coste y tiempo que una concentración parcelaria que les permita contar con parcelas de mayor dimensión cerca de su explotación, reducir costes y frenar el abandono de los terrenos menos productivos. Las simulaciones se realizaron con un total de 1.910 parcelas y 43 explotaciones.

Como paso previo a la creación de esta herramienta informática, los técnicos autonómicos, de la Universidad y de la Asociación de Desenvolvemento Rural As Marinas Betanzos realizaron una serie de entrevistas a agricultores y ganaderos y técnicos de cooperativas que les permitieron corroborar que la fragmentación de las tierras y la falta de accesos constituyen dos de las principales trabas a la hora de mejorar su explotación.

Los elevados precios de las parcelas, las reticencias de los propietarios a ofrecerlas en alquiler son otros de los obstáculos a los que apuntan los ganaderos a la hora de incrementar los terrenos. La escasez de parcelas en oferta en el Banco de Tierras, su pequeña dimensión o mal estado hace que esta tampoco sea una opción operativa.

La solución en fase de pruebas que propone hora el grupo operativo es la creación de un algoritmo genético que plantee una posible asignación de las parcelas, una reorganización de los usos para aproximarlas a la explotación de cada ganadero. El objetivo es realizar una permuta de usos sin modificar la propiedad que reduzca las distancias entre parcelas y explotaciones y aumente su tamaño.

La memoria que la Reserva de la Biosfera difunde en su página web concluye en base a las pruebas de campo que esta herramienta informática permitiría reducir de media un 33% el número de parcelas a gestionar y disminuiría más de un 38% las distancias totales entre las explotaciones y las fincas. El aumento del tamaño medio de los terrenos de gestión rondaría el 50% y se reduciría un 35% la distancia media.

A pesar de las ventajas, los técnicos destacan en las conclusiones que las soluciones aportadas por esta herramienta "no son perfectas" y que "su utilización podría verse dificultada por la desconfianza de los ganaderos a la hora de cambiar el uso de las parcelas y la negativa de los propietarios a cederlos a personas desconocidas". Los técnicos inciden en que es prácticamente imposible que el algoritmo mantenga exactamente la superficie de cada explotación y que en las pruebas se trabajó con un 10% de variación.

El grupo operativo de trabajo plantea ahora una segunda fase del proyecto para crear una aplicación web que sirva para poner la herramienta a disposición de todo el público interesado y facilitar su difusión y su uso por parte de propietarios y gestores de tierras en las zonas rurales.