Cuatro años después de dimitir de todos sus cargos, la exacaldesa de Betanzos, María Faraldo, se sentó hoy en el banquillo de la Audiencia Provincial de A Coruña acusada de prevaricación y falsedad documental por la contratación en 2009 de un profesor del Conservatorio que facturó sus servicios bajo el concepto de reparador y afinador de instrumentos. La Fiscalía pide que la exregidora del PP sea condenada a cuatro años, seis meses y un día de prisión por falsedad documental y a cuatro años de inhabilitación para cargo público por prevaricación.

María Faraldo compartió banquillo con el profesor contratado, Alberto García Noguerol, que se enfrenta a una petición de un año y nueve meses de cárcel por falsedad documental; y con el director del Conservatorio, Juan Antonio Ferrer, para el que Fiscalía pide una pena de tres años de prisión y 10 meses de multa por tráfico de influencias.

La exalcaldesa mantuvo ante los jueces que fue el director del conservatorio el que le propuso esa fórmula de contratación y recalcó que el contrato no era exclusivamente de docente, sino que incluía también la reparación de instrumentos y otras tareas. "Me dijo que tenía una carga de trabajo muy grande y que necesitaba un apoyo para todas sus funciones e hizo especial hincapié en el mantenimiento y reparación de instrumentos, porque eran viejos", sostuvo. Según su versión, fue el director del centro el que le propuso la fórmula de arrendamiento de servicios: "Me dijo que no se podía contratar como laboral y me propuso esa fórmula". afirmó la examandataria, que incidió en que se trataba de un procedimiento que se había utilizado habitualmente en Betanzos y que consultó su legalidad con la interventora. "No se trataba de cubrir una plaza, sino de solventar un problema puntual", recalcó.

María Faraldo declaró desconocer la existencia de un escrito del secretario municipal de ese año en el que advertía al Conservatorio de la imposibilidad de contratar un nuevo profesor por no existir plaza vacante y no haberse realizado el oportuno proceso selectivo. "No tuve conocimiento de ese escrito hasta que nos personamos en el juzgado", declaró la exalcaldesa, que apeló en varias ocasiones a la mala relación que mantenía con este funcionario, al que había denunciado por la Casa Pita (proceso del que fue absuelto).

A preguntas de Fiscalía, María Faraldo admitió que se había reunido con el profesor contratado, al que aseguró no conocer de antes, para explicarles las condiciones de contratación. La exalcaldesa reconoció también que no le había pedido en ningún momento que acreditase su formación y capacitación. "Si me dice el director del Conservatorio que tiene la titulación adecuada, yo no tengo por qué desconfiar", declaró.

El profesor contratado, Alberto Noguerol, sostuvo que fue el director del Conservatorio el que le propuso para el puesto y le anticipó en qué condiciones. "Él me puso en antecedentes", afirmó. Este músico apeló a su inexperiencia en este tipo de procesos. "Era la primera vez que trabajaba para un Ayuntamiento, todo me cogió de nuevas", alegó. Noguerol destacó también que una parte de su trabajo era la reparación de instrumentos.

El director del Conservatorio, Juan Ferrer, negó que hubiese sido él quien propuso a la alcaldesa la fórmula de contratación. Este docente, director a su vez de la banda de música en aquel momento, relató que se reunió en mayo de 2009 María Faraldo para advertirle de su elevada carga de trabajo y que, a preguntas de la mandataria, le recomendó contratar a Alberto Noguerol porque era el que más se ajustaba al perfil preciso. Este docente negó haber intervenido en ningún momento en el proceso de contratación. "Mis conocimientos son mínimos en materia de contratación, no domino esos temas, ¿cómo le voy a decir yo a una alcaldesa como contratar?", alegó.

El juicio acogió también las declaraciones como testigos del secretario y la interventora en aquel monento, que negaron que la ya exalcaldesa les hubiese pedido asesoramiento sobre ese caso en concreto. El secretario sostuvo además que había advertido a Faraldo de que no se podía contratar a un profesor porque no había plaza vacante y porque no constaba que se hubiese celebrado el oportuno proceso selectivo.