Un juzgado de A Coruña le reconoció a once vecinos de Mesón da Auga, en junio del año pasado, su derecho a recibir una indemnización de casi 300.000 eurosndemnización de casi 300.000 euros por parte del organismo de gestión urbanística de la Xunta, Xestur, tras acreditar los defectos de las viviendas de protección oficial que promovió dicha entidad. Tras demoras por correcciones en las cantidades y aclaraciones de sentencia, los afectados por fin han cobrado el dinero para arreglar sus casas, después de que su abogado, Miguel Ángel Fernández, del despacho Fernández y Luaces, solicitase la ejecución provisional de esta sentencia.

Xestur ha presentado apelación contra la sentencia del juzgado de junio de 2017, pero esto no paraliza el pago de la indemnización decidida por el magistrado, por lo que el órgano de la Xunta ya ha tenido que efectuar los abonos a los once propietarios que llevan una década peleando para que les arreglen sus viviendas, afectadas por deficiencias de construcción como humedades, filtraciones, deficientes acabados, filtraciones e incluso conducciones mal instaladas, que originó casos como los de hogares en los que les llovía dentro en invierno. La apelación se decidirá ahora en la Audiencia Provincial.

Mientras estos once propietarios ya han cobrado (aunque tendrán que estar pendientes de la resolución de apelación de la Audiencia por si se cambian las cantidades de indemnización), otro grupo de residentes en esta urbanización de viviendas protegidas también está a punto de presentar otra demanda contra la Xunta, que prepara también el despacho Fernández y Luaces.

Se trata de vecinos que residen en tres bloques de pisos y en dos chalés, y que no formaban parte de la primera demanda colectiva. Llevan alrededor de un año recopilando informes periciales, catas y todo tipo de pruebas que apoyan su reclamación de recibir también una indemnización para reparar sus viviendas. Xestur promovió unas 110 viviendas protegidas y prácticamente todas, en diferentes grados, presentan problemas comunes de filtraciones y otras deficiencias que apreciaron desde el primer momento que ocuparon sus casas, hace más de una década, es decir, que fueron vicios de construcción.

En esta segunda demanda colectiva se reclama una cantidad aún mayor, al ser más afectados, y por problemas similares, centrados sobre todo en deficiencias en las fachadas y en las carpinterías de puertas y ventanas.

Xestur, tras muchas reclamaciones, demandas, movilizaciones y protestas de vecinos, aceptó realizar una reparación generalizada de todas las viviendas en julio de 2013 (con un desembolso de algo más de 400.000 euros), pero solo llegó a ejecutar una primera fase, de 21 viviendas, cuando según los vecinos prácticamente todas tienen algún problema. Entonces arregló la envolvente exterior, puso un nuevo revestimiento en las fachadas, reparó puertas, cubiertas, fontanería y calefacción e instaló nuevos aparatos sanitarios y botes sifónicos.