"Aunque no lo parezca esto una carretera", afirma una vecina mientras señala con el dedo una vía totalmente embarrada. Y lo cierto es que cuesta entrever el asfalto en esta vía "recién bacheada" que sirve de acceso al núcleo de Andrís. El otro camino que conduce a esta pequeña aldea de Oza-Cesuras es una pista que los trabajos de tala de un maderista han convertido en un auténtico lodazal.

Los desperfectos provocados por una empresa maderera dejaron ayer los accesos a a la aldea "totalmente intransitables" durante la mañana. Ni siquiera pudieron pasar las furgonetas de reparto y el transporte escolar, relata María Isabel Pedreira, una de las vecinas afectadas.

Los residentes aseguran que no es la primera vez que este núcleo de Oza se queda aislado por los desperfectos provocados por algunos maderistas. "Estamos así constantemente", critica Isabel Pedreira, que ayer volvió a reclamar medidas al Concello, entre otras, exigir avales o instalar señales para impedir la entrada de camiones que superen determinado tonelaje. Los vecinos relatan que el maderista no solo dejó la vía y la pista convertidas en un barrizal, sino que les instó a dotarse de una cisterna para limpiarlos los accesos ellos mismos.

"Esto ha sido la guinda del pastel. Yo entiendo que la madera hay que sacarla, pero hay que cumplir unas normas", afirma una de las afectadas. Los vecinos consultados apuntan a Maderas Gestal como causante de estos últimos desperfectos, pero uno de sus responsables, Manuel Gestal, negó ayer a este diario haber trabajado en la zona. El alcalde, Pablo González Cacheiro, afirmó en cambio que nada más tener conocimiento de lo sucedido apercibió a esta empresa, que ya ha limpiado la zona. "Esperamos que no vuelva a pasar", advirtió.